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lunes, 7 de marzo de 2022

... y me gritaron "SUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCIO" varias veces seguidas, en tres de las cuatro oportunidades...

Sí, sí... Me gritaron "SUUUUUUUUUUUUUUUUCIOOOOOOOOOOOOOO" varias veces.
Esto ocurrió el lunes 28/02/2022, lunes de carnaval, en el viaje de vuelta de  la Laguna de Navarro. Desde ese momento hasta hace un rato, sábado 5/03/2022, estuve pensando en escribir, o no, lo que me había pasado. Y decidí que sí, que lo iba a escribir. Pero que, además de contar la situación, iba a desparramarme por otras cuestiones que, en definitiva y según yo, nos traen a la situación.
¿Qué pasó el lunes 28/02/2022?
Después de algún tiempo de tenerlo planeado, concretamos la visita a Navarro, Buenos Aires. Por supuesto que salimos temprano (esperamos a que bajara la niebla, al menos, la que había por casa) e intentamos cumplir con el circuito que habíamos planeado, pero el barro, el pedregullo (ripio) en algún camino y la falta de conexión por datos de Movistar (mi proveedor) y Personal (proveedor de Rul) en La Choza, me convencieron a ir directo al sitio de destino. Recorrimos la ciudad, anduvimos un poco y nos fuimos a pasar la tarde a la Laguna de Navarro, cuestión de la que voy a hablar en otro momento. Nos acomodamos a la orilla de la laguna, pusimos
la mesita...


las sillas...

y allí estuvimos. Almorzamos y acompañamos el almuerzo con gaseosa y agua, tomamos café, tomamos mate, merendamos, usamos los sanitarios del lugar... y se hizo la hora de volver. La vuelta fue tranquila aunque en el Acceso Oeste hubo bastante demora por un par de embotellamientos, cuyos motivos desconozco. Fue durante la vuelta que ocurrió el hecho de los gritos. Parte de la vuelta la hicimos por la ruta provincial 47 (entre Luján y Navarro) y la primera, de las cuatro veces, fue justo al llegar a la entrada del camino que une la ruta provincial 47 a La Choza. Al llegar a ese lugar, a poco de dejar la Laguna de Navarro, TUVE LA NECESIDAD de detenerme a orinar. Me detuve en la banquina, abrí el baúl y tomé una de las botellas que tengo preparadas para "las urgencias urinarias",  (tengo una, también, en la mochila que cargo todos los días y llevo al laburo) la usé y seguimos.
Estas botellas (tengo seis) están cortadas, con la parte del cuello hacia adentro, a modo de embudo.

Estas son las piedras para gatos con las que relleno las botellas cortadas.

Modelo terminado listo para ser usado, que después de hacerlo, termina en la basura.

Las siguientes tres de mis urgencias fueron sobre la autopista Acceso del Oeste. La distancia entre estaciones de servicios en el camino, al menos en esta ocasión, me pareció que era MUY extensa, tanto que mi necesidad urinaria no la resistió. Tampoco se cuenta con servicios sanitarios en el camino, excepto, en alguna casilla de peaje, pero mi necesidad urinaria es muy rebelde e insistente. Dada la conjunción de necesidad urinaria rebelde e insistente, larga distancia entre posibles sanitarios, mucho tiempo de demora por atasco en las vías de circulación, hicieron que buscara resolver del mejor modo posible: hacer pis en la naturaleza contra algún árbol, lo mas lejos posible para hacer el menor mal espectáculo que me fuera posible. En ese contexto fue que, en las tres veces que tuve que detenerme a orinar, me gritaron "SUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO" mientras pasaban. A esa altura estaba más ocupado en desagotar mi vejiga (y controlar algunos aspectos de los que voy a hablar más abajo) que por preocuparme por el entorno.
Estas cuatro experiencias, en estos días que estuve pensando, me generaron todo un soliloquio que voy a tratar de volcar en este espacio y del modo más ordenado que pueda.
Para empezar, la verdad, escuché las voces pero no vi a los que gritaron, aunque sus voces me parecieron como de gente entre adolescente y mayor, lo que no excusa ni, mucho menos, justifica nada. Y eso es parte de lo que me llevó a pensar y repensar.
Tengo hiperplasia prostática benigna. Estoy en tratamiento desde el 2021 y estoy medicado con Reduprost. Si bien algunos síntomas mejoraron, algunos otros, no; y según la evolución, dentro de seis meses, veremos si es necesario, o no, una posible operación. Todo empezó con un análisis de sangre que arrojó que mi PSA (antígeno prostático) estaba en 12,20 y eso generó una derivación a urología y, a partir de ese momento, mi urólogo me hizo un tacto rectal (y voy a desmitificar lo que "el mal saber popular" tanto desparrama: no me hicieron poner en cuatro, no me introdujeron el dedo medio ni me revolvieron las tripas; fue un procedimiento rápido y de pocos segundos, con, como mucho, las dos primeras falanges del dedo índice); me recetó una ecografía de vejiga y próstata y, después, una biopsia transrectal de próstata. A la condición de mi próstata se le agrega mi autocondicionamiento (mi cabeza funciona como el pájaro de Tuistos), que complica todo. La suma de ambas cuestiones (hiperplasia + autocondicionamiento) fue una de las causas que hizo que postergásemos varias salidas, en general y esta en particular. A la incomodidad de la situación se le suma la inquietud que me genera la posibilidad de no poder contener la orina y orinarme encima.
Esta situación de haber sido objeto de señalamiento, para mi, constituye una de las tantas formas de acoso. ¿No será mucho? No. Las cosas tienen un nombre para poder identificarlas (desde hace mucho sé que aquello que no tiene nombre, al no poder nombrarla, no existe) y en este caso, claramente, son acosos. ¿Estaré poniéndome muy quisqilloso o en víctima? No. Las cosas como son. Las situaciones me pusieron en el blanco de un señalamiento, por tanto, hay un acosado (yo) y un / unos acosador / res que son los que decidieron  proferir los gritos.
Cuando empecé con el soliloquio, lo primero que me apareció fue: "son una manga de hijes de millones de putes", pero al seguir rumiando la cuestión se me ocurrió que estaba reduciendo el tema, que lo estaba simplificando y que, adicionalmente a ser "una manga de hijes de millones de putes" está un tema no menor: nadie tiene porqué saber aquello que no conoce. Y ahí, la responsabilidad de las mangas de hijes de putes se me apareció dividida: por un lado los que gritaron, por haberlo hecho (porque también, como la mayoría de los que pasaron, podrían haber elegido no gritar), y por el otro, a las familias de los gritones, por no haber hablado con ellos de cuestiones que algunos adultos atravesamos; porque si hay algo "casi seguro" (sabiendo que a seguro hace tiempo que se lo llevaron en cana) es que casi todas las familias tienen o tuvieron a alguien en esta situación.
Y eso me decidió a escribir esto que escribo, con el deseo de generar conciencia.
Si por lo menos hubiera una persona que pudiera compartir lo que le pasa para que su entorno pudiera comprender y utilizar esa comprensión para generar empatía, sería MÁS QUE GENIAL.
Acá va lo que, a mi parecer, tengo que contarte sobre esta afección para que, si llegás a ver a alguien meando en algún sitio, más allá de poder ser un SUUUUUUUUUCIO, puede ser que tenga alguna afección médica, como es mi caso. De ahora en más, si seguís burlándote de gente meando en algún sitio "no habilitado para tal fin", deberás asumirte, además, como un supino ignorante (y en lugar de ofenderte, hacé clic en el vínculo anterior).
Como dice más arriba, la hiperplasia de próstata es un agrandamiento de la próstata. El origen del agrandamiento puede ser por la edad o por la aparición de algún tipo de tumor. Existe medicación para tratar los síntomas y puede, o no, ser efectiva. La resolución definitiva puede ser la medicación o la operación para retirar la próstata. Para conocer un poco, hacé clic en el vínculo que sigue para leer algo: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000381.htm
Como supongo que ya leyeron en el vínculo anterior, doy por hecho que leyeron los síntomas (que no necesariamente se tienen todos, ni todos tenemos los mismos síntomas):
      • Goteo al final de la micción: Esto me genera gran preocupación porque nunca sé cuánto será ese goteo (que por el momento es "casi" inexistente) y eso me hace evaluar si debo colocar una "toalla higiénica" en el frente de mi ropa interior, o no.
      • Incapacidad para orinar (retención urinaria)
      • Vaciado incompleto de la vejiga: La ecografía de próstata y vejiga de octubre de 2021 tuvo como  resultado que mi vaciado de vejiga era total.
      • Incontinencia: Aunque gracias a Dios no tengo este síntoma, nunca sé si va a presentarse o no. Me preocupa mucho tener una situación como la del expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos (https://www.youtube.com/watch?v=z3yCdTAhwsE) que se orinó -y no se dio cuenta- durante un discurso. Pero su situación ocurrió después de haberse operado.
      • Necesidad de orinar dos o más veces por noche: Esto es incómodo porque el sueño se hace intermitente, generando cansancio al día siguiente.
      • Micción dolorosa u orina con sangre (pueden ser indicios de una infección): El primero de los síntomas puede doler mucho o no tanto. En particular siento bastante dolor, al punto en algunos casos, en que llego a lagrimear. Y el dolor no se acaba al comenzar a orinar, sino que se mantiene durante la micción. En algunas situaciones, el comienzo de la micción casi no tiene fuerza. El segundo síntoma, gracias a Dios, no lo tuve ni tengo.
      • Dificultad o demora para comenzar a orinar: Esto, en mi caso, cuando ocurre va acompañado con la micción dolorosa.
      • Hacer fuerza al orinar: Es una necesidad que no siempre aparece. Cuando ocurre, es una terrible necesidad forzar el inicio de la micción.
      • Urgencia urinaria fuerte y repentina: A mí, este síntoma, me ocurre cuando demoro en satisfacer la necesidad de orinar. Y cuando aparece, la sensación es que me orino encima.
      • Chorro de orina débil: Esto, cuando ocurre, me obliga a controlar que no moje o salpique mi ropa.
Y todo esto es contemporáneo con mis tratamientos para la presión, para la diabetes, o para el descenso de peso en los que tengo que, al menos, tomar dos litros de agua por día. Insisten con que, además, salga a caminar pero con tanto síntoma al acecho, a mí, se me complica.
La solución puede llegar de la mano de la medicación (un conocido me sugirió que comiera mucho tomate) o de una operación (lo que puede, o no, resolver todos los síntomas; incluso podría generar situaciones peores, como ya conté, al expresidente de Colombia). El urólogo que me atiende me contó (y explicó bastante exhaustivamente) que ellos hacen un tipo de operación que se llama resección transuretral; aunque hay una que se llama prostatectomía simple, y otra resección mínimamente invasiva. Hacé clic para saber el significado de resección.
Bueno... Parece mucha información pero, como decía mi vieja, "mejor que sooooosobre y no que faaaaaafalte" (parece que el origen es un refrán español que hablaba de zozobrar, pero Internet no me brindó mucha más información); o, "lo que abunda no daña"; o, "lo que no mata, engorda"; o... 
¡En fin!
Ojalá que todo esto sirva.