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martes, 23 de marzo de 2021

Las pastillitas...

En el auto, colgando de la palanca de cambios, tengo esta “bolsa” que tiene dos bolsillos. En uno llevo pastillas (en el más chico de los dos) y, en el otro, tiro basura, lo que incluye a los envoltorios de las pastillas. Dicho sea de paso, el tamaño de los caramelos sigue achicándose. La primera vez que tomé conciencia del cambio de tamaño de los caramelos, fue en los últimos años de la década de mil novecientos noventa, cuando compraba las pastillas Clight
porque tenía la misma manía que ahora (chupetear algún caramelo mientras manejo) y, además, trataba dejar de fumar. Por supuesto, los caramelitos me sirvieron para satisfacer el primero de mis hábitos, pero no para el segundo (que se terminó después de haber estado quince días internado en el año dos mil once)
Tuve otra bolsa que también me habían regalado, pero la perdí. Aquella bolsa tenía a The Beatles impresa, pero como se baja del auto conmigo, en algún sitio, se me cayó y no me di cuenta. Me da mucha pena.
Usualmente llevo pastillas “fuertes sin azúcar”
(como buen gordo arrepentido), porque tengo la fantasía que, si no tienen azúcar, yo no engordo. Pero si no consigo sin azúcar llevo pastillas “fuertes como vengan”
Porque, como con la gaseosa agua tónica, supongo que al no ser "dulde" no me engorda (¡JA!). Lo incómodo de estas Halls (que no dicen "sin azúcar"), es que vienen envueltas en papel y se pegotean a los caramelos. Por supuesto que al estar adentro del auto y, además, adentro de la bolsa de las mañas, el calor hace de las suyas y medio que las derrite (lo que hace que queden todavía más chicas), haciendo que el papel se pegue y complique la ingesta. Y cuando el papel se vuelve rebelde y decide no despegarse del caramelo, le sigue en suerte: manduco y uno y el otro es un adicional. Claro, eso genera la necesidad de escupitajear el papel que va despegándose, pero ese es el menor de los contratiempos. Y si no se puedo escupitajear (mi versión del esucpitajeo es hacerlo en un pañuelo de papel, porque la versión de mi viejo -abrir la ventanilla y hacerlo volar al exterior- no me gusta), ¡pa' dentro, carajo!
Ahora… en la foto de la bolsa de las mañas, hay unos caramelos de gelatina que se llaman Mogul. Esos Mogul no son sin azúcar. No, cierto. Tienen MUCHO azúcar, pero a sugerencia de mi hijo, los llevo para los casos en que tengo que manejar y me siento cansado (aunque lo mejor sería parar y descansar, pero en un viaje de media hora, no se pueda; aunque depende de qué tan cansado me sienta). El azúcar “despierta”, de ahí esos Mogul. Si fuera por mí, llevaría dulce de leche, pero como dije más arriba, soy un gordo arrepentido…
La cosa con los Mogul es que existen (cuestión desconocida por mí hasta que me pasó) unos que se llaman Mogul Extreme:
Son unos caramelos MUY divertidos. Los compré por error en un Día%. Los vi y los manoteé suponiendo que habían cambiado el envase. Resultó que, una noche en la que volvíamos con Raúl de nomeacuerdodónde, los abrimos. Lo divertido es que el ácido es REALMENTE ÁCIDO, es como chupetear una rodaja de limón. "Casi" te obliga a cerrar un ojo, pero no es necesario cerrarlo.
Aunque pasa muy rápido, te inundan la boca de baba, aunque no al punto de atragantarte. Como dije, pasa rápido la sensación y lo que queda es una gelatina dulce. Ahora, a propósito, volví a comprar dos paquetes porque además de despertarme, me divierten. Me divierten mucho y no son peligrosos a la hora de estar manejando (a veces me siento como Homero).
Sin embargo, el otro día estaba en Coto, dando vueltas por la góndola de las golosinas y tratando de sobreponerme al soponcio (palabra MUY caracterísitica de señor no tan joven) que me produjo el precio de los huevos de Pascua (lo que me decidió a no comprarle a mi hijo el huevo Kinder que siempre le compré, ni a Raúl la figura de chocolate de conejo que tanto le gusta) y me encontré con las D.R.F. Y pensé
¡Cierto!, como los corazoncitos Dorins o las Punch (que incluían unos puntos ácidos), son pastillas de azúcar prensada y para despertarme están bárbaro. En la góndola había D.R.F de limón, naranja, menta y mentol. Compré de limón y de naranja, que resultan distinguibles por el color del envoltorio, pero el sabor no está. Y no voy a hacer comparaciones con las que comía cuando era menos joven, pero… No vi los corazoncitos Dorins
ni las pastillas Billiken Mentol (que picaban que daba calambre) y
tampoco me reencontré con las pastillas Punch (que tenían unos puntos de color que eran ácidos).
Aunque alguna vez sí compré un par de paquetes de La Yapa
pero me resultan muy incómodas porque se escapan de la “bolsa de las mañas”. Y, entre tantas mañas, una es que NO SOBRESALGA NADA DE LOS LÍMITES DE LA BOLSA.
Si llegás a encontrar los caramelos Mogul Extreme, probalos y después contame.

domingo, 21 de marzo de 2021

Y se cumplió el primer año de vida empandemiada


Todo lo que vaya a quedar escrito tiene que ver conmigo, con mis experiencias, expectativas, felicidades y lo que sea que me rodea y que haya sido observado por mi subjetividad. Y por mi objetividad, también, pero a esa le confío un poco menos.
Tambien, antes de escribir lo que sea que quede escrito, quiero aclarar lo afortunado que sé que soy. Mantuve mi puesto laboral, pude mantenerme con mi salario, pude trabajar desde mi casa, pude mantener mi salud (lo mismo que todo el mundo en mi entorno familiar –por supuesto que incluye a mis amigues-) Por supuesto que siempre hay altibajos y que mi “afortunadez” no resulta de la comparación con otros, resulta de mis propias circunstancias, resulta de reflexionar que “peor hubiera sido”… Se parece mucho a conformarme, sin embargo, se trata de ver las propias situaciones. También podría decir, “mejor hubiera sido…”, pero ese sería el modo negativo de evaluar la situación. De todos modos, creo que es necesario ser agradecido. Así como una patada en el culo resulta en un paso adelante, un paso atrás es necesario para tomar envión. Y en cualquier caso, siempre hay algo para aprender.
Desde lo laboral, nunca dejé de trabajar, pero lo hice desde casa. ¿La experiencia? En principio, me resulta muy invasivo tanto de mi parte como de parte de los alumnos. El volumen de trabajo, como habitualmente ocurre al trabajar en casa, aumenta ya que siempre hay un “algo más y termino” que aparece y prolonga el laburo. También es cierto que pude trabajar en calzones y medias, no tuve que viajar para ir a trabajar (aunque eso no cambió mis hábitos madrugadores), aunque siempre estuve presente, por lo menos, diez minutos antes del inicio de las clases virtuales. Si me preguntan, prefiero el trabajo virtual, aunque hay que acomodarlo mejor.
No tuve vínculo personal con nadie durante un tiempo. Desde marzo (19/03) hasta el 15/08, todas las interacciones fueron virtuales (lo que me hace reconocer que también soy un afortunado por tener disponible todos los medios para poder acceder a las comunicaciones virtuales), los cumpleaños fueron, también, virtuales, las compras en el supermercado fueron mixtas: algunas virtuales, otras fueron rápidas visitas…
El primer reencuentro con Raúl, mi novio, fue el 15/08, después de cinco meses de no compartir en persona. Entonces, nos pusimos de acuerdo, gestioné un permiso de circulación y fui para su casa. La situación fue muy extraña. Los dos somos personas en riesgo y nos saludamos con el codo, nos sentamos distanciados, no nos sacamos los barbijos y por algún tiempo nos vimos cada quince días. Después, con el cambio de ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio) a DISPO (distanciamiento social preventivo y obligatorio), retomamos los encuentros personales fin de semana tras fin de semana.
El 9/11 se dispuso el cambio de ASPO a DISPO, por lo que pudimos planear alguna salida. La primera que pudimos hacer fue el 14/11 a Escobar. Fuimos al mediodía, llovió durante todo el viaje, pero al llegar se despejó y pudimos disfrutar de estar un rato al aire libre. Y fue SENSACIONAL. Pudimos expandir un poco las salidas ya que se “liberó” el recorrido por el AMBA (área metropolitana de Buenos Aires)
La mayoría del resto de los encuentros personales sigo teniéndolos suspendidos. Me encontré dos veces con mi hijo y su novia, manteniendo distancia, al aire libre, usando barbijo; mates individuales, vasos descartables. Con mi tía de 83 años también nos vimos dos veces, lo mismo que con mi hermano, cuañadas y sobrinos. Las salidas siguen estando muy restringidas, aunque sigo haciendo algunas, con muchos cuidados. Básicamente, los contactos personales están muy limitados, del mismo modo que los tumultos de gente.
También se estableció que la temporada de verano se extendiera desde el 1/12/2020 y, aunque no está dicho, se espera terminarla al finalizar Semana Santa de 2021 (4/04). Por ahora, y si no se complica la situación epidemiológica, las pautas son: pedir permiso de acceso al lugar de destino (https://www.argentina.gob.ar/verano/provincia-buenos-aires).
En Europa la pandemia tuvo dos y hasta tres olas (así se las denomina cuando los casos aumentan DRAMÁTICAMENTE), hasta ahora. Acá, después de haber tenido un tiempo de descenso de casos, durante enero hubo una subida muy preocupante. Y en lo que va de marzo, parecería, que se va consolidando otro ascenso paulatino. Eso me tiene MUY preocupado. De hecho, al día de hoy, Gaby (mi exesposa) tiene un hisopado positivo de COVID-19 y, por mucho que sus síntomas son muy leves, hasta que se termine, no voy a estar tranquilo.
El confinamiento, como ya conté, no es algo que me moleste. Mis vacaciones transcurren encerrado en mi casa, salvo cuando puedo ir a algún lugar. ¿Disfruto? Claro, si no, no lo haría. Parecería que esta cuestión que viene de familia materna, ya que mi tía es igual. Y parece que, para mi hijo, será una cuestión heredada de mí.
Muchas veces, estando en mi casa, me sorprendo al mirar por la ventana y tener la sensación que la pandemia, para mucha gente, no existe. Como dije, puedo elegir no salir, pero hay mucha gente que no puede (los considerados “esenciales”, los que no tienen opción y deben salir a ganarse el dinero cotidiano), pero también están los que no creen en la pandemia y hay quienes, aun admitiendo que el virus existe, deciden no vacunarse
Sigo usando el barbijo, aunque muchas veces me pasa que llego a la planta baja y tengo que volver a subir porque me lo olvidé.
Si veo que hay mucha gente “amuchada”, me voy. Sigo cuidándome mediante el uso de barbijo y evitar las aglomeraciones. Y si quiero ir a un sitio con más gente de la que me gusta, me pongo una máscara de acetato transparente. Esa va conmigo y hace su aparición cuando lo creo necesario. Raúl tiene una igual y cree haberla dejado en el asiento trasero del auto. Cuando vaya a buscarlo me voy a fijar si sigue ahí.
Cuando manejo, como usualmente voy solo, incluso si voy con Raúl, me saco el barbijo. Las veces que fuimos más, no me lo saqué. Y mientras no haya alguna otra forma de cuidado, voy a seguir usándolo. No hay alternativa.
A un año de vivir empandemiado, mi vida en general, no cambió demasiado dentro del año de la pandemia. Respecto de mi vida antes de la pandemia, el cambio es muy grande. Se supone que hay muchas lecciones por aprender, pero no estoy tan seguro de haberlas aprendido todas. Sé que algo aprendí, pero no tengo tan claro que haya sido todo lo que tenía que aprender. Durante este año reforcé lo que siento por mucha gente, ratifiqué que la familia sigue siendo MARAVILLOSA y que la gente que ES MI FAMILIA ES LA MEJOR Y LOS AMO.
Al día de hoy (21/03/2021), Raúl está vacunado con las dosis de la vacuna Sputnik V (de origen ruso) y Gaby recibió la primera de las dos dosis de la vacuna Sinopharm (de origen chino), esperando la segunda dosis para abril. Me alegra mucho y me tranquiliza que algunos ya estén vacunados o parcialmente vacunados. Espero que en poco tiempo todos estemos completamente vacunados.
Bueno, es todo por ahora.

jueves, 18 de marzo de 2021

Y si me lo pidieras, ¿qué?

El título, es un afano de un tema que canta Santiago Cruz y que se llama Y si te quedas, ¿qué? https://www.youtube.com/watch?v=-ODTfZQsOPQ
Hace unos días, me encontré con el siguiente texto de Frida Kahlo. No había leído algo de Frida, de manera que esto era tan desconocido por mí, como todo lo que sigo desconociendo, hasta ahora, de ella. Sin embargo, por mucho que no hubiera leído esto antes, me recordó que había dicho cosas parecidas y que me habían dicho cosas de ese estilo.
Ahí va el texto que leí:


Al leerlo pensé: “Pasé por ahí”, ya fuera que me lo dijeran o que yo lo dijera, “pasé por ahí”.
Por supuesto que esto no se trata de una crítica a la obra de Frida Kahlo, pero sí se trata de un rejunte de reflexiones, respecto de lo que ella escribió. Claro, en otro momento, yo, con otra historia, estuve más que de acuerdo. Pero hoy, con mi historia hasta hoy, lo entiendo distinto. Mañana, quizás, lo entienda distinto también. Gracias a Dios, todavía cambio de opinión, lo que significa que puedo seguir generando pensamientos reflexivos. O casi.
Por alguna causa, esta lectura me disparó lo que voy a escribir. Y me pregunto, ¿por qué tanto soliloqueo alborotado, qué hay de fondo que todavía esto resuena?
¡A remover el avispero!



Si no lo pedís, ¿cómo me entero de lo que querés?, ¿cómo sé que justo en ese momento tenés ganas de recibir un beso?
Que vos creas que lo hice mal o que me equivoqué, ¿significa que lo que hice está mal o que me equivoqué? ¿Y si está bien y por una cuestión de puntos de vista, vos creés que está mal?, ¿y si se trata de diferencias de criterios?, ¿quién tiene el "malómetro"?
¿Cómo podría saber qué es lo que más necesitas y cuándo si no lo decís?
Y si no te invito a cenar, ¿no sirve que te invite a pasear, a tomar un helado, a coger, a coger  desenfrenadamente, a bailar, a hacer karaoke; ¿lo único válido es ir a cenar, lo único válido es lo que vos querés, una sorpresa no sería válida?

OK, ¿y qué si te propongo cosas distintas, si te propongo ir a recorrer Pehuajó para conocer a Manuelita, o recorrer la costa de mi país?, ¿qué, no sirve? Porque esos destinos son parte del mundo, quizás de un mundo mucho más cercano de aquello que vos podés considerar como mundo, ¿mundo es sólo ese que pertenece a “extranjía”?
Y si en lugar de pedirte que me des la mano te tomo por el hombro o me cuelgo de tu brazo, ¿no sirve?, ¿tiene que ser en el medio de la ciudad, cuál es el medio de la ciudad, cuál es para vos el que tengo que considerar el medio de la ciudad, ¿el medio geográfico o lo que creés que es “el medio”?

Pero, ¿y si considero que estás bonita con otra ropa, otro perfume, otro peinado?, ¿y si tu idea de bonita no es igual a la mía, no sirve?, entonces ¿vale aquello del “mentime que me gusta”?
¿Y si quiero llamarte para que me cuentes qué tal te fue en el día, en lugar de contarte el mío?, ¿y si necesito decirte que te extraño, o que me gusta extrañarte?

¿Y si no entendí?, ¿y si creí que no era por mí y supuse que era por ambos, incluso si pensé que había sido por vos?, ¿y si creo que nunca fue por mí sino por vos?, ¿y si lo creí desinteresado?
¿Y si no me di cuenta que tus ánimos estaban por los suelos?, ¿y si pensé que tus ánimos por los suelos necesitaban espacio?, ¿y si consideré que tus ánimos no estaban por los suelos?
Y si no vas a pedirme que apoye tus decisiones, ¿para qué me avisás que no me lo vas a pedir?, ¿entonces te apoyo o no lo hago?, ¿querés que te apoye aunque no me lo pidas?
Si no empezás a contarme la primera de tus mil historias, ¿cómo hago para saber que tenés mil historias que querés contarme?

¿Cómo saber que querés que haga algo que no sé que querés que haga?
¿Para cuál “para siempre”, el que no me decís que es tu “para siempre”, el “para siempre estándar” o el mío?

Llegamos al meollo de la cuestión, si no me lo pedís, ¿cómo se supone que sepa qué, cuándo, dónde y cómo es lo que querés? Porque en este punto queda en claro que no puedo ser mi versión de yo, sino, la versión de yo que vos esperás.
Esto del porque si lo tengo que pedir no lo quiero, es el equivalente a decir "si no hacés lo que quiero, cuando quiero, como lo quiero, donde lo quiero y sin que adivines exactamente como lo quiero, entonces, no lo quiero"
¡En fin!
La cosa es que todo lo que siga, será en función de mi propio punto de vista. Por lo tanto, lo que sea que escriba, va a tener que ver conmigo, con la pregunta guía que me hago y es: de dónde saqué la idea que alguien, un otro externo a mí, debe saber qué cosa quiero, cuándo la quiero, dónde la quiero, cómo la quiero y, fundamentalmente, si lo quiero. Todo un desquicio. Toda una verdadera estupidez, según mi entendimiento actual; el que tengo hasta este momento.
Al crecer, madurar, oloqueseaquehayasido, viejas frases fueron tomando forma y conseguí reinterpretarlas. Cuando era menos mayor (¡JA!), había una frase que decía:


(el que tuve estaba impreso sobre friselina con una tinta que tenía un olor muy fuerte a solvente)
Por algún motivo, caí en la cuenta que la frase era mucho más importante que lo que había creído hasta ese momento. A partir de esto, es que empecé a creer que el amor, como tantas otras cuestiones, debería ser resuelto por uno mismo, antes de revoleárselo por encima a alguien más.
¿A qué me refiero?
Cualquier cosa que me involucre sentimentalmente a una persona, no debería resultar en el “aprisionamiento” de alguno de los involucrados. Y esto está muy claro desde el momento en el que entendí que un TE AMO dicho por mí, es una versión comprimida de decir, “yo, que soy una entidad distinta de vos, siento este sentimiento llamado amor por vos”. Y cualquier cosa que sienta por alguien y / o algo, es una cuestión individual. Si coincidimos dos individuales individuos sintiendo mutuamente algo similar (porque para que sea lo mismo, ambos individuos / uas / ¿ues? deberían ser iguales y, por definición de individuo / ua /¿ue? eso resulta IMPOSIBLE; poéticamente es muy lindo, pero prácticamente funciona distinto; la simbiosis me genera bastante rechazo) recíprocamente, es MARAVILLOSO. Y, según el sentimiento del que se trate, más de dos participantes podría llegar a ser complicado, pero eso es parte de otro análisis. También sé que todos los que estemos involucrados en la situación deberíamos saber los sentimientos que están involucrados. Creo que es la única forma de no confundir los tantos y que todo no termine explotando; o que explote definitivamente. Aunque no hay garantías, como con todo en la vida misma.
Cuando me hago cargo de lo que siento por alguien o algo es una cuestión individual, sé que todo lo que haga es una cuestión propia y nada tiene que ver alguien que no sea yo mismo. Si me corresponden en el sentimiento, MEJOR y es para construir a partir de eso. Pero lo que yo sienta por alguien o algo, es problema mío.
En el texto se dice “si te lo tengo que pedir, no lo quiero”, pero la pregunta es: si no lo pido, ¿cómo sabe alguien lo que quiero? Creo que se pueden entender cosas que resultan más o menos evidentes: cuando algo se rompe o se pierde, cuando alguien se aleja, cuando un resultado es el deseado, el inesperado o el menos deseado, cuando la frustración es evidente… Pero, creo, que si alguien puede ver los hechos o sucesos no significa que ese alguien sepa lo que otro alguien quiere, desea y/o necesita. ¿Qué tan grave es pedir un abrazo, una caricia, un acompañamiento silencioso?, ¿qué tan grave es pedir lo que se quiere, desea, necesita? Pedir aquello que se necesita nos asegura que otro alguien reciba el mensaje, lo que no significa que lo entienda o que tenga ganas o la capacidad de cumplir con el pedido. Y eso, más allá de lo doloroso (o no, o liberador) que pueda resultar, nos asegura, por lo menos, dos cosas: 1) queda claro lo que necesito; 2) queda claro lo que otro quiere, o no, puede o no, tiene la capacidad o no de hacer. ¡Y LISTO EL POLLO! Nos dejamos de joder con tantas pelotudeces. Habiendo cosas importantes para discutir, armar tanto escándalo por un acto de adivinación, no tiene sentido. ¡Gente grande, che!
Mirá como será de loco todo, que se le enseña a los chicos a escribirle a Papá Noel o a los Reyes Magos lo que quieren, pero después los dejamos escuchar (y despué les mostramos que avalamos o repetimos) frases del tipo “si te lo tengo que pedir, no lo quiero”. ¡ANDÁÁÁÁÁÁÁÁ!
Diálogo, según la Real Academia Española es:

Lo que queda claro, para mí, es que “si te lo tengo que pedir no lo quiero”, en el fondo, no es otra cosa más que la admisión indirecta que nunca lo quise y resultaba más fácil responsabilizar a otros que hacerme cargo que prefería sufrir por no recibir lo que quería recibir.
Como contrapartida, para mí, lo que resulta más saludable es no esperar nada de nadie. Así, todo lo que llega, es un beneficio y siempre viene bien. Y así, si te lo tengo que pedir, te lo pido. Y me siento libre de poder pedírtelo.
Pero , bueno, es una cuestión de puntos de vista y elucubraciones propias. Y cada quien seguirá lo que mejor le resulte, sea cual fuere, el beneficio que espere recibir. 

martes, 16 de marzo de 2021

¿Mosquite? y boludeces variadas...

Y siendo 0:33 del 26/02/2021, empiezo a escribir algo con intención de volcarlo en este blog.
Creo que muchas veces, después de no escribir por mucho tiempo, empiezo diciendo que hace mucho tiempo que no escribo… Entonces, hoy voy a hacer algo distinto. Bueno, no tan distinto. No voy a decir que hace mucho que no escribo, pero hace mucho que no escribo. La última publicación (es decir, la anterior a esta que empiezo ahora), es del 20/04/2020: http://delnoamor.blogspot.com/2020/04/en-fin-sera-en-otro-momento.html
La cosa es que me gusta escribir, pero… me alejé. Y ahora estoy tratando de acercarme. Pero muy tímidamente.
Y veremos lo que hago ahora.
Desde la publicación anterior, seguimos en pandemia de Covid-19. Ahora estamos en campaña de vacunación, así que espero que pronto me apliquen la vacuna. Raúl ya fue vacunado con la vacuna de origen ruso llamada “Sputnik V”. Hoy llegaron novecientas seis mil vacunas de origen chino, llamada Sinopharm. Y seguirán llegando porque se compraron … millones de dosis, repartidas entre varios laboratorios. Hay otra vacuna de origen chino que se llama… y otra desarrollada por Pfizer que se llama… y otra desarrollada por AstaZeneca (de la que, en mi país, se hace el contenido “base” y luego se envía a México a envasar y distribuir), hay dos en desarrollo en Cuba de nombre Soberana 02 y … y mi país está desarrollando una vacuna en el INTA… Esta cuestión de las vacunas, como no podía ser de otro modo, generó milloooooooooooooooooooooooooooooooooones de controversias. Ahora se armó otra porque el (ahora) exministro de salud de la nación, el Dr. Ginés González García hizo vacunar a gente que no debió hacer, pero descubrieron que en la CABA le entregaron vacunas a algunas empresas de medicina privada y sólo a algunas obras sociales, manteniendo algo que las derechas aman: privilegios de castas. Me tienen los huevos reventados. Como si no fuera suficiente atravesar esta situación, y los políticos andan tirándose con mierda toooooooooooooooodo el tiempo. Me tienen harto.
Las redes sociales están tan horribles como la situación. Entonces, tomé distancia de todo el odio que se canaliza por esos sitios. Pasé de participar mucho en las redes a no participar un carajo. De hecho, si tomo fotos de algo, las sigo subiendo a álbumes de Facebook a los que establezco como privados y que comparto únicamente con los que aparecen en las fotos.
HARTO, me tienen HARTO.
Y todo el mundo se siente con buenos motivos para seguir rompiendo los huevos. Pero, ME TIENEN HARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRTO.
Al no participar, o participar menos en las redes sociales, no hago comentarios en nada de lo que se publica. Si estoy de acuerdo, no lo hago público. Si no estoy de acuerdo, tampoco. Nadie necesita que refuerce su sistema de creencias, ni que zapatee sobre ese mismo sistema de creencias cuando no las comparto. En definitiva, cada uno de nosotros tiene sus propias ideas y cree en lo que cree.
Listo.
Esto de escribir me gusta, sólo tengo que dejar que mis dedos choquen con las teclas siguiendo lo que canturreen mis neuronas. Ahora tienen que coordinarse mis dedos con las teclas de los teclados y esperar que el canturreo no suene desafinado. Y si todo eso ocurre, dejar que fluya.

¿Y SI HUBIERA SIDO MOSQUITE?
https://www.cdc.gov/mosquitoes/es/about/what-is-a-mosquito.html#:~:text=Abdomen,los%20huevos%20de%20la%20hembra.
Para empezar con esta fantasía estuve buscando un poco en Internet. No soy especialista en el tema mosquitos, por eso, dependo de la “especialidad” que haya podido hacer “DonGoogle”.
La información, como siempre, es mucha. Para poder dar por cierto algo, leí más de una fuente sobre cada cosa, aun así, no estoy seguro que sea cierto. Pero, como la verdad es relativa (¿¡QUIÉN ES EL DUEÑO DE LA VERDAD!?), dejé de dar vueltas.
Si hubiera sido mosquite mi aspecto externo, más o menos, sería así:


Es extraño pensarse mosquite, porque no es un animal que ¿humanicemos?, como sí hacemos con los gatos, perros, algunas aves…
Pude leer que el mosquito hembra puede vivir un mes, mientras que el macho puede vivir una semana (https://cuantoviven.net/mosquitos/). Claro, es entendible que viva tan poco (visto desde la óptica de un mosquite que en otra vida fue ¿humano?), porque según otro texto que leí, mientras la hembra rompe los huevos haciéndose panzadas de sangre chupada a diestra y siniestra (hay una especie de mosquitos que pica lombrices; ni siendo un pobre bicho que vive enterrado hay salvación), el macho anda por los campos libando florecillas, esperando a encontrarse una compañera con NECESIDAD DE TENER UNA ÚNICA CÓPULA... Con ese panorama de vida, si fuera mosquite (después de haber sido ¿humano?), agradecería que se acabara pronto. Así y todo, debe ser agotador.
Las diferencias entre hembras y machos, a mis ojos actuales, son pocas. Sin embargo, para ellos deben ser suficientes:

También leí por ahí que el zumbido (que tanto desvela) se debe a que buchonea a la “vístima”, es decir, una hembra que se dispone a darse una panzada de sangre llama a otras hembras para que participen del ágape (según una publicación); pero también leí en otra publicación, que se debía a “la previa” del sexo que le aseguraba una única alegría al macho y una cosecha suficiente de esperma para las hembras, que lo iban a hacer durar para poner huevos varias veces; siempre y cuando no terminen aplastadas en algún momento de su vida. ¡EL QUE NO ARRIESGA NO GANA!, dicen.
Mientras investigaba, me pregunté si existían registros de actividad homosexual entre mosquitos, porque no quisiera que habiendo cambiado de especie también cambie de identidad sexual. Me encontré con un estudio https://www.bbc.com/mundo/noticias-44740022 que me genera más preguntas que certezas. No se enfoca en los mosquitos, sino que cachó un bicho y generalizó, dejando un chorreo de homofobia, muy marcado. El estudio se enfocó en un escarabajo de la harina y dice que los machos no reconocen bien a las hembras, pero no saben por qué ocurre eso. ¿Y si no se trata de no reconocerlas sino de no querer estar con una hembra? Propuesto así como se propone en el trabajo, se deja la idea que el bicho (macho, porque nada se dice sobre el lesbianismo entre las escarabajas) es suficientemente idiota como para no reconocer a la hembra. Al final, me quedó la sensación que se le había desbordado la homofobia a todos los participantes de la nota y del estudio.
¿Y por qué se me ocurrió buscar sobre mosquitos gays? Porque en el reino animal hay sobrados ejemplos de comportamientos homosexuales: https://es.wikipedia.org/wiki/Homosexualidad_en_animales, https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/02/150211_animales_homosexuales_lp, https://www.rtve.es/television/20200626/homosexualidad-mundo-animal-parejas-mismo-sexo/2022734.shtml. Y esto, sin contar con que durante toda nuestra vida vimos a muches perres (sin importar si eran macho o hembra) montándose lo que encontrasen (¿hay alguien que se haya salvado de echar a un perre que intentaba copular con su pierna?). Y como ya conté que soy mirón (y no voy a repetirlo), de chico siempre me llamó la atención la cópula (o lo que imaginé que era la cópula) entre moscas: mientras que en algunos casos se veían a pares (par en el sentido numérico, es decir, dos) “enganchados”, otros intentaban engancharse y eran ¿violentamente? echados, situación que en mi imaginario parcialmente limitado por la edad, se debía a que eran dos machos; aunque no pensé nunca en que podían ser dos hembras, o que quizás se debía a algún comportamiento de las moscas, o…
En fin, todo esto es el resultado de algunas búsquedas para escribir alguna boludez fantástica, sobre mi existencia mosquiteril…

Si hubiera sido mosquite, supongo, no sería capaz de darme cuenta de la afortunada huevo - larva que fui. Se supone que al momento de ser mosquite, sorteé (gracias al Dios o deidad que le corresponda a les mosquites, si es que esa deidad fuese diferente a las de los ¿humanos?) ser tragado por los depredadores naturales; o por algún biche (perres, gates, comadrejes, aves, …) sediente; o haber zafado de ser echado a la rejilla o a la tierra seca por algún humane descacharrando; o por llegar a esos mismos destinos por el desborde del sitio en que fui echade por desove, a causa de lluvias, recarga de agua u otro motivo que no imagino.
Si fuera mosquite, toda mi actividad sería aprender a usar mis ojos compuestos (justo anoche me apareció un orzuelo en el ojo derecho, si hubiera sido mosquite, ¿también tendría esta mierda?), tendría que aprender a coordinar el uso de las alas (¿se mueven sincronizada o desincronizadamente?), el movimiento de las patas (me tuerzo con dos, con cuatro ¡ni me quiero imaginar!); aprender a usar la trompita que, si fuera mosquita debería practicar en humanes sin ser aplastada; pero si fuera mosquito tendría que aprender a libar florcitas; aprender a higienizarme y A VOLARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR… Y de paso, a esquivar obstáculos y aplausos voluntaria y / o involuntariamente asesinos; como también, todo elemento volador que se acercase “sospechosamente” rápido y hacia mí. Todo esto en menos de un mes, si fuera mosquita o en menos de una semana, si fuera mosquito. Y me pregunto, ¿cómo podría aprender todo eso habiendo nacido “guacho”, dentro de charco y lejos de cualquier ejemplo?, ¿será que toda esa data viene en los genes de los que no tengo idea que existan?, ¿cómo aprender a no fiarme de la belleza de algún bicho que busca embucharse conmigo? Dios, ¡cuánta incertidumbre! Lo mejor de todo esto, creo, es que ni siquiera sabría que tengo que cuestionarme tanto; de hecho, no creo que tuviera la capacidad de cuestionarme. Pero si no puedo cuestionarme, ¿cómo consigo saber qué sí y qué no, hacer?, o ¿para dónde girar?, o ¿dónde posarme y dónde no?, o…
Si fuera mosquite, creo, no tendría noción del tiempo (que, como dice la canción, es veloz https://www.youtube.com/watch?v=yHOfLbXJruo), y quizás sea sólo algún cambio en el aire, en la biología mosquiteril o no sé en qué, lo que me llevaría a tener necesidad de sexo… ¿o será sólo por gusto? Porque de lo que leí, nada se dice que sobre la posibilidad que les mosquites se diviertan con sexo casual, en lugar de causal. Y ni que hablar de ignorar las malas famas: que contagio malaria, sika, chicungunya, dengue, fiebre amarilla, que jodo con el ruidito, que enronchono a les humanes con mis picaduras… ¿¡Y QUÉ QUIEREN, SERÍA UN MOSQUITE!? Si fuese un mosquite gustoso del drama, con tantas malas famas, tendría para hacerme una panzada de melodrama. Pero no creo que tuviera esa capacidad, tendría el cerebro ocupado controlando los ojos múltiples, las dos alas (sincronizadas o no, no lo sé) el movimiento de las patas, la trompita, las antenitas… Me agoté de sólo de imaginarlo.
Si fuera una mosquita, ¿qué sentiría al desovar en cualquier charco?, ¿qué pasa con el instinto maternal de las mosquitas que andan tirando huevos por ahí, en un charco cualquiera (pero bien elegido, claro, porque tampoco es cuestión de tirar los huevos en cualquier sitio), dejándolos en soledad para que se arreglen solos? Y eso que, previo a desovar, tuvo mucho laburo: chupó sangre y exprimió la esperma de un macho para poder crear esos huevos. Laburar, la mosquita, laburó. Pero, creo que no sentiría nada de nada porque sería una mosquita más del montón, haciendo cosas de mosquitas.
Y, ¿qué sentiría siendo un mosquito libando de flor en flor, saltando alegremente sin ocuparme de mi familia? Nada. Mi naturaleza no es esa.
¿Se cruzarán les hijes mosquites no reconocides, con sus engendrantes no reconocedores de huevos / larvas propias? Quizás, pero no creo que sea una preocupación.
Si hubiera sido mosquito, y si hubiera tenido la posibilidad de zafar de zapatazos, repasadorazos, palmetazos y engullidas varias, quizás, hubiera completado mis siete eternos días y conseguido morir como se espera que muera un mosquito. Y si hubiera sido mosquita, y si hubiera podido zafar de lo mismo, inclusive de algún manotazo al estar chupeteando sangre, quizá hubiera conseguido completar los, como máximo, treinta días que se espera que viva una mosquita para llegar a morir como una mosquita hecha y derecha.
Si hubiera sido mosquite, como ahora que no lo soy, no hubiera importado porque no era una prerrogativa propia elegir en qué clase de cosa llegaría a este lado de la vida.