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lunes, 29 de julio de 2024

María va...

Por algún motivo no muy identificado, algunas cuestiones me hacen vibrar, estremecer, emocionar; son cuestiones que me invaden, me recorren por completo, me erizan las sensaciones y que, inevitable, incontrolada e irremediablemente, se me terminan desbordando por los ojos. En ocasiones es una canción (el Himno Nacional Argentino, SIEMPRE, consigue movilizarme), o son algunas voces (Sandra Mihanovich, Julia Zenko, Celine Dion, Adele, Il Divo, Il Volo...), también algunas historias contadas en las letras de las canciones (Marilina Ross, Eladia Blázquez, Tarragó Ros, Arjona, Leon Gieco, Sui Generis, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés...), y sin lugar a dudas, algunas situaciones (el casamiento de mi nueraza e hijazo, por ejemplo). Aunque sé que estoy siendo muy injusto porque no me estoy acordando y/o teniendo en cuenta muchas otras cuestiones, pero, como para citar sólo algunos ejemplos, me convenzo que así está bien. 
Creo que, en ocasiones, es la empatía la que me pone en esta situación; otras veces creo que se debe a mi temperamento algo "melanco", y en otras, no se me ocurre una explicación. Como sea que suceda, no me molesta y sólo dejo que sea; en oportunidades intento reprimirlo pero, como ya sé, "lo que tiene que ser será" y, entonces, mis lagrimales terminan haciendo lo suyo. Más allá de cualquier cosa, siempre agradezco poder vibrar, sin que importe la manifestación de esa sensación.
Una canción que siempre me hace cerrar los ojos para disfrutarla es "María va". Siempre me emociona y me desborda alguna lágrima. Por supuesto, entre tanta emoción, no me privo de despedazarla cantándola y así mi disfrute es a pleno. Y quiso el mes de julio regalarme dos oportunidades inesperadas para emocionarme con esta canción: el 9/07, en una peña y ahora, durante la cata de vinos (organizada por @vinos.lasraices y siendo guiados por una impresionante experiencia sensorial de la mano de @atrevidaswinwclub -ambos en Instagram-).
El autor de la letra y música es Antonio Tarragó Ros, que en este vínculo cuenta la historia de la canción: Explicación de Antonio Tarragó Ros, y si tenés ganas de leer, acá vas a leer lo mismo que te contó el autor en el video anterior, pero escrito en una Nota en el diario La Nación.


Mirar rasgado
patitas chuecas,
María va.
Pisando apenas
la arena ardiente,
María va.
Calcina el monte
Un sol de fuego,
María va.
Temor pombero
palmar y estero,
María va.
Quiso la siesta
ponerle un niño
a su soledad.
De trigo y luna
y de su mano
María va.
Por el tabacal
su paso María va.
Y se bebe el sol,
que huele a duende
María va.
Andando el verano de sol y chicharra,
a flores del monte,
María, olía tu pueblo.
Un tren perezoso, resuella y resuello
a calle regada, María, olía tu pueblo.
A pura inocencia de niño pueblero,
a calle regada, a flores del monte,
María, olía tu pueblo.
Quiso la siesta
ponerle un niño
a su soledad.
De trigo y luna
y de su mano
María va.
Por el tabacal
tu paso María va.
Y se bebe el sol,
que huele a duende
María va…
María va…
María va…

Y acá te dejo la versión cantada en la fabulosa voz y todo el sentimiento de Mercedes Sosa: https://www.youtube.com/watch?v=rsOzvbLhPm4.
Este sábado, 27/07/2024, participamos de una cata de vinos (acá te cuento la experiencia https://www.facebook.com/share/p/t7ALSP2FM8zTSbjz/). Lo último que nos ofrecieron para catar, fue  un espumante que se llama "María"
que en la foto está en manos de mi esposo, Raúl, y que me disparó la necesidad de pedirle a los chicos que nos regocijaron los oídos con sus canciones (@soledadmarsico y @sergio_zabala -ambos en Instagram-), que nos la cantaran. 
Y lo hicieron. 
Y fue una versión SENSACIONAL. 
Y me volvió a emocionar, como siempre, y cerré los ojos y canté y lloriqueé y... 
¡QUÉ BUENO FUE!

miércoles, 17 de julio de 2024

Deseo de última voluntad

"Domingo, 29/11/2015, 17:06
Estoy en mi casa. Y aunque sea extraño, siento la necesidad (desde hace ya varias semanas) de escribir esto que, imagino, le daré alguna forma antes de publicarlo.
Si es que lo publico, no lo sé.
De "el último deseo" a nadie le gusta hablar demasiado, ni siquiera, escuchar lo que otros desean. Igual, por ahora quedará como otro soliloquio y veremos cuando vea la luz.
Por ahora existe la "Ley de muerte digna" (http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/160000-164999/160432/texact.htm), a la que adscribo sin duda alguna. Preferiría que fuese más amplia y que abarcase cualquier caso, no sólo los que se mencionan, pero... algo es algo.
De todos modos, y más allá de lo que diga aquella ley, declaro que:
ME NIEGO...
ME REHÚSO...
NO ADMITO...
NO DESEO...
PROHIBO EXPRESAMENTE...
...que se me practique cualquier técnica, método, o como sea que se llame, de  reanimación. Si por cualquier cuestión, mi corazón se detuviera... Así deberá quedarse. No quiero que se me manipule, ni a elementos externos a mí, ni a cualquier otro aparato, persona, o lo que fuera, que fuerce a mi corazón a retomar una actividad que dejó de hacer.
...cualquier tipo de tratamiento, terapia o lo que sea, para mantener mis órganos, sistemas, aparatos o lo que fuese, en funcionamiento si es que NATURALMENTE Y/O POR SÍ MISMOS, no pudieran hacerlo. Esto abarca a uno o varios, sin importar si el no funcionamiento de alguno(s) significase que todos los demás fallasen.
...que se me induzca a un coma farmacológico, si esto no deviniese NECESARIA Y CERTERAMENTE en mi recuperación.
...se me mantenga "en vida" por medios mecánicos que forzasen mi transcurrir, sin importar la cantidad de órganos / sistemas / aparatos involucrados,"
Si no se respetase mi decisión, yo, o terceros por mí, iniciaremos acciones judiciales.
Mi tatuaje es claro:

martes, 25 de junio de 2024

Las voluntades y decisiones no propias

Mis ideas van apareciendo, por lo general, por los pliegues de mi cerebro.


Pero esta vez, la certeza es que esa idea iba boludeando por encima de algún lóbulo, se patinó y cayó en alguno de los surcos del cerebro (que se llaman cisuras https://www.fisioterapia-online.com/glosario/cisuras-o-surcos-del-cerebro)
y que nunca terminó en el fondo del surco, sino que, como en la pelicula "127 horas" (https://www.youtube.com/watch?v=ifofuU5gL14), se trabó en algún lugar y se la pasó reapareciendo, recurrentemente, en mis pensamientos. Hasta hoy que decidí ponerme a escribir para que salga y sea libre...
Resulta que hace unos días, me encontré con esta publicación en Instagram: https://www.instagram.com/p/CvACM_ftcTZ/?img_index=1, que dice:











La cosa es que lo compartí con Raúl y generó una charla.
A partir de acá, se tratará de mis opiniones y convencimientos, al menos, hasta el día de hoy, 25/07/2023. Mañana, vemos.
En esta publicación, lo primero que me llamó la atención fue: 


Quizás, deba poner sobre la mesa algunas cuestiones previas que, si leíste algo de este blog, quizás ya hayas leído:
1) No soy celoso y creo que no lo fui, tampoco, en el pasado. No lo soy y no creo haberlo sido de mis exparejas, amig@s, familiares, mascotas...  Y, aunque hoy no siento celos, imagino que en algún momento debí haberlos sentido; de lo contrario, ¿cómo podría conocer qué son los celos? Por muchos años fui "el hermano del medio" y, cuando éramos chicos, mis viejos en más de una oportunidad, me dijeron "no seas celoso...", pero estoy seguro que no sentía celos; sentía que me empujaban a una situación injusta o inequitativa. La situación más habitual era al salir los cinco en el auto. Desde siempre me senté detrás de mi mamá. Cuando mi hermano menor fue creciendo, la batalla por ese asiento se fue incrementando. Cuando mis viejos me decían "no seas celoso, "'grandulón', no hagas llorar a tu hermano. Sentate en el medio", no lo quería hacer porque sentía que aquel asiento era MI sitio y que no tenía que cederlo, a menos, que no hubiera otra opción. Y como estaba disponible el sitio del medio, entonces no lo cedía.
Alguna vez tuve un novio que me revisaba el teléfono y que intentó revisarme las cuentas de correo, Y ESO ES MUY FEO.


2) Ehhhhhhhhhh... sí, es la decisión de cada uno. Y por eso, hay que hacerse cargo de las decisiones. Siempre existe un momento previo en el que, todavía, puede decirse "mmmmmmmmmmmmmmmmno, mejor no porque..." y no concretar el hecho. Particularmente y en este momento de mi vida, ya no creo en eso de "se es infiel con el pensamiento"... ¡¿QUÉ CARAJOS ES ESO?! Los pensamientos son ingobernables, aparecen casi por asalto y se presentan, se abren paso y ¡zas!, te sorprenden (algunos, otros no tanto y otros, nada). En este momento ni siquiera creo que sea determinante para distanciarse. Creo que todo se puede hablar y ver qué pasa, siempre hay conversaciones que llevan a algún sitio, a un nuevo acuerdo, o no. Cierto es que, tras la infidelidad, hay una cuestión de confianza que restaurar y eso debería ser cuestión de una charla abierta y profunda. Y, sin dudas, cada uno sabe hasta donde puede con las situaciones. Y sea lo que fuere que se decida, que esté bien claro que se decidió de a dos.


3) Esto debería ser siempre así. Apenas si podemos controlarnos a nosotros mismos, como para andar tratando de controlar a alguien más. En particular, creo, se trata de aceptar que una pareja se trata de dos individualidades, mancomunadas y en equipo en algunas cuestiones y dos individuos independientes, en otras. La simbiosis no me gusta. Romperse el marote por cuestiones que no dependen de nosotros es sumergirse en un mar de frustraciones, así que, más vale, alejarse de eso. Intentar controlar a alguien nunca es bueno y, creo, nunca inocente. Lo que realmente vale la acción es aceptar al otro tal cual es, aceptar lo que gusta y lo que no que, en definitiva, no es más que su modo de ser; ¿qué unidad de medida tenemos para asegurar que lo que nos gusta, creemos, deseamos, suponemos, es mejor que los modos ajenos? Era habitual, en alguna época, escuchar "cada maestrito con su librito". La vida es un libro que vamos escribiendo día a día.


4) Mmmmmmmmmmmmmmno, no creo que sea así. La demostración de la prioridad está dada por, además, otras cuestiones. En todo caso, creo yo, lo que puede leerse es "hay una conversación que debimos tener y estuvimos evitando". Seguramente uno de los dos, evitó exponer el tema. Quizás ambos lo evitaron. El tema termina afectando a todos en la relación, pero la cosa era entre dos y no se supo, no se pudo, no se quiso resolver, ¡vaya cada uno a saber! De todos modos, cada uno tiene su escala de valores y, en función de eso, resuelve. Y en pareja, según yo, también se tienen escalas de valores. Y no creo que la rigidez o la inflexibilidad contribuyan. Los ¿seres humanos? cambiamos, vamos acumulando experiencias que nos obligan a modificar algunas pautas, la vida nos lleva por distintas etapas y eso debería llevarnos a una actualización de criterios. Los tiempos cambian y las personas, con mayor o menor adaptabilidad, también. También creo que, a medida que dejamos la juventud atrás, se nos va haciendo un poco cuesta arriba la adaptación, pero, según la teoría darwiniana, sobrevive el que mejor se adapta; bueno, tampoco tan simple, pero así, básicamente.

En definitiva... creo que se trata de vivir y dejar vivir, acompañarse pero no ser un collar de melones y de responsabilizarnos por lo que hacemos y decidimos no hacer dado que, en cualquier caso, es una cuestión de decisión propia.

En su canción "Cantares", Joan Manuel Serrat, incluye el poema de Antonio Machado (en itálica o cursiva),

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar.
Pasar haciendo caminos
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción.
Yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
Nunca perseguí la gloria...
Caminante, son tus huellas el camino y nada más.
Caminante, no hay camino: se hace camino al andar.
Al andar, se hace camino, y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.
Hace algun tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
Golpe a golpe, verso a verso".
Murió el poeta lejos del hogar;
le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar:
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
Golpe a golpe, verso a verso".
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar,
caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
Golpe a golpe, verso a verso.
Golpe a golpe, verso a verso.
Golpe a golpe, verso a verso.
Fuente: LyricFind

Letra de Caminante No Hay Camino © O/B/O SADAIC, Inc



Estas cuestiones recurrentes...

 Por cuestiones de la vida que todos experimentamos, estoy comprándome algo de ropa. Nada especial (los dos eventos especiales que tuve, en noviembre 2023 mi casamiento y en junio 2024, hace una semana, el casamiento de mi hijazo, los resolví alquilando ropa para la ocasión), ropa para todos los días; esa ropita cómoda que uno se pone para usar a diario, ir a trabajar (gracias a Dios no tengo un laburo en el que deba usar traje ni ningún disfraz en particular), usar en mi casa...

Como ya dije muchas veces, soy un tipo amarrete; y esta particularidad, lejos de avergonzarme, me enorgullece. Y como ya dije muchas veces, también, soy un tipo gordo; con 1,70 Mts. de estatura debo estar pesando algo cercano a los 100 kilos (algo más o algo menos, pero por ahí debo andar).

En estos tiempos de gobierno libertario (que es una grandísima mierda: represión a las protestas sociales, vaciamiento del estado, abandono del estado y de las personas en situaciones desfavorables, escaladas de precios imposibles, no distribución de alimentos a los comedores o merenderos, a pesar de tener la mercadería en galpones; reducción del índice de inflación -que, en diciembre, al asumir, llevaron a un 120% de incremento- a fuerza de reducción de consumos; aumentos imposibles en los servicios públicos; con declaraciones de un presidente que dice "AMO SER EL TOPO QUE DESTRUYE EL ESTADO DESDE ADENTRO", cuestión que me parece un oxímoron; tan sólo por citar sólo algunas cuestiones), no tengo la capacidad de formarme un precio de referencia de las cosas (todo me parece una mierda de caro), lo que hizo que decidiera no comprar nada que me parezca que no vale lo que intentan cobrarme. Esta decisión excluye de mis probables posibilidades un amplio arco de objetos, arco que se amplía porque no soy un tipo "marquero", es decir, no compro cosas de marca original, ni mucho menos, de marcas imitadas o truchas. Si no tengo el original, ¿por qué querría tener una copia?

La cuestión, es que volví a comprarme algo de ropa, lo que me llevó a reencontrarme con situaciones incómodas que hacía bastante tiempo que no me encontraba:

Los talles: ¡maldita sea! Siempre que hay situaciones de "crisis", los talles se achican (como se achican las pastillas, los caramelos, los asientos de los colectivos, la barras de cereal, las presentaciones de algunos alimentos). Hace muchos años, en épocas en que el menemismo había permitido la importación indiscriminada, yo era cliente de Macowens porque conseguía ropa sin mayores complicaciones y a un precio razonable. Eso resultó así, hasta que importaron las camisas y me empezaron a quedar cortas de mangas, al punto que dejé de comprar; todas me quedaban como mangas tres cuartos. En otro momento de crisis, más o menos el 2001 / 2002, fui a comprarme camisas a Oxxo y me encontré con que, una camisa de mangas cortas que me cerraba bien y cómodo en la panza (sitio de conflicto con cualquier prenda que tenga botones para nosotros los gordos,  porque el botón puede quedar en una situación amenazante, como un misil apuntando a la frente de alguien), en su versión de mangas largas no me cerraba; la explicación fue que: una camisa talle 50, por ejemplo, para su confección debía utilizar n cantidad de metros de tela sin importar si era manga corta o larga, por lo tanto, lo que no se usa en la manga (porque es corta), se usa en el ancho; lo que se usa en al manga (porque es larga) no se usa en el ancho; una mierda absoluta. En Munro, sobre la avenida Mitre, compraba los pantalones de jean, en un negocio que estaba bien provisto. El primero, fue 48, el segundo fue 52. Pero, comparando cintura con cintura son iguales en el ancho, aunque estén marcadas distinto. La última vez que estuve, no conseguí pantalón a pesar que sigo usando los pantalones marcados como 48 Y 52, y que ninguno me convierte en un matambre humano, ni me corta la medio por la cintura; ambos me calzan tan cómodos como cuando los compré. Una situación similar me ocurrió en un puesto de la feria de Parque Centenario. Compré un pantalón de jean y uno de gabardina marcados como 52 (pero que comparados con los que conté más arriba, miden lo mismo), cuando volví a intentar comprar de nuevo, "para este talle sólo tenemos gabardina" y la etiqueta dice 54, pero la comparación de las cinturas sigue siendo igual. Y sigo usando todos los pantalones porque todavía me entran y me quedan como me quedaban al comprarlos. Claro, no soy un tipo estable con su peso, por lo tanto, hubo momentos en que los pantalones me ajustaron más que en otros, pero siempre seguí usándolos y, como dije, comparando las cinturas están todas iguales.

La ropa para mi torso sigue la misma decadente secuencia que acabo de contar para mis pantalones. Mis camisas, buzos, camperas, chalecos... tienen los talles más variados (hasta tengo una campera, la última que compré, que es 5X L y me queda como dos camperas talle 3 -¿qué carajos querría decir 3 cuando la compre?- que compré hace 4 años) que sigo usando, que me siguen quedando como cuando lo compré. Cuando compré la última campera, me dijeron que eso se debía a que traían todo de china... ¡ANDÁ! Me imagino que todo lo que compro debe salir de los talleres de costura nacionales, que andan todos ahorrando tela. Me fastidia desde siempre tener que probarme ropa. Ya, al mirarla, voy dándome cuenta si voy, o no, a caber en esa prenda; y aunque esté seguro de no caber, me la pruebo "por las dudas". Cuando al probarme algo cerrado, siento que "me tira" en los hombros, o que para poder pasar el segundo hombro tengo que dislocarlo, me siento como Furia, el personaje de "Intensamente".


También me pasó de entrar a comprar y decir "¿tenés "esto" como para mí?" y recibir como respuesta "¡¡¡NOOOOOOOO!!! no trabajamos talles especiales", lo que hace que me vea

 o  me vea como 
lo que no me gusta ni medio porque no me veo representado en ninguno de los casos. Pero, tampoco puedo dejar de lado la visión distorsionada que tengo de mí mismo.

Por supuesto que estas cuestiones, además de enojarme, frustrarme, molestarme y fastidiarme,  me generan lo siguiente: 

  • Me veo obligado a "negociar con alguna particularidad", entonces, me busco estampas o bordados que no sean de alguna marca o que si lo son, pasen lo más desapercibido posible (de hecho, encontré explicaciones en Youtube de cómo quitar los bordados); 
  • Me siento como si fuera un elefante tratando de caber en un equipo de ropa (que ahora les gusta nombrar como OUTFIT) de Ken, situación que ya no me produce "vergüenza", pero sí siento vergüenza ajena por esto en lo que nos estamos convirtiendo; en una sociedad cada vez más discriminadora, con menos respeto por los demás en su integralidad, cada vez más encasillada en "caber" un un molde; 
  • Si bien adelgazar debería estar mi menú de opciones -lo está, pero por ahora espera su turno para entrar en escena-, es una decisión personal y basada en cuestiones más serias (según mi parecer) que no caber en algún trapo de mierda.

Hay una ley de talles que NUNCA SE CUMPLIÓ. Se trata de la ley 27521 resistida desde su promulgación (2019) y reglamentación (2021). Encima, este gobierno decidió que "todo lo regula el mercado", eso significa que los consumidores estaremos siempre a merced de la decisión de los que producen. La cosa es que me siento muy fastidioso cada vez que encaro la tarea de "ir a ver qué hay", tan, tan, pero tan fastidioso como no me sentía hace años.

Como todo, esto, también va a pasar.

martes, 21 de mayo de 2024

¡NOS CASAMOS! Después de 8 años

Y, sí. Raúl y yo, nos casamos el viernes 17/11/2023 en el CGP de Holmberg 2548, CABA (sede de la Comuna 12).










Estuvimos una semana de Luna de miel en Cariló Paradise, en Cariló, que fue un HERMOSO REGALO que recibimos.








Y que, aprovechando que estábamos de paseo, anduvimos por Valeria del mar...


y fuimos a Mar del Plata...




y conocimos alguito de Sierra de los padres...



donde nos encontramos con Jardín de Lavanda  que es un lugar magnífico.


Y nos invitaron a un recital en Gral. Madariaga...


Y, tanto al ir como al volver, hacemos una "parada técnica" en Minotauro:


Nuestra historia está partida por un distanciamiento de unos meses. En 2015 nos conocimos y escribí esto: https://delnoamor.blogspot.com/2015/04/y-un-dia.html que terminó cuarenta y cinco días después.
Tengo para mí la convicción que este tiempo que estuvimos distanciados, me sirvió para terminar de darle una vuelta de rosca a mi modo de ser, estando de novio. Y como fue un tiempo para aprender, en mi opinión, es un tiempo que cuento como tiempo de nuestra relación.
Luego, en enero de 2016 nos reencontramos y, desde ahí, estamos construyendo juntos. Después de haber superado el año de noviazgo, escribí esto: https://delnoamor.blogspot.com/2017/01/y-va-la-segunda.html y nuestro vínculo siguió.
Como a todo el mundo (literalmente, TODO EL MUNDO), además de las particularidades que atravesamos cada uno de nosotros individualmente, y nosotros como pareja, también nos alcanzó la pandemia de Covid-19, que nos distanció por siete meses, pasados los cuales, empezamos a vernos, generando los permisos en cada caso. Raúl tuvo Covid-19 en dos oportunidades (afortunadamente de un modo muy leve), también lo tuve y, a causa de eso, estuve ocho días internado. Durante el "pandemiazo", en 2021, Raúl me propuso casamiento (sentados en el sillón y tomando un vino) convite que acepté sin dudarlo. Es que, simplemente (si es que es simple) lo amo y, además, porque hacía algún tiempo había caído en la cuenta que disfrutaba de nuestro vínculo y, en consecuencia, empezaba a ser momento de “concretar”. Esta concreción nos pone, a cada uno, en el lugar que debemos tener, fundamentalmente, ante la ley y, luego, ante los demás.
Entonces, a partir del 17 de noviembre de 2023, Raúl y yo somos maridos, esposos o, como me gusta a mí, MARYPOSOS que significa maridos y esposos.

Una cuestión que para alguna gente es “extraña”, es nuestra decisión de seguir viviendo, cada uno, en su casa. La explicación (si necesitara alguna), para mí, es simple: cada uno sigue con sus mañas sin que la convivencia se torne una pesadilla, sumando un conflicto innecesario; al menos por ahora porque "nunca se sabe". Creo que uno debe ser práctico y, a mis sesenta años (Raúl tiene dos menos que yo), entiendo que el amor es fundamental, pero no estorbarse también lo es (en alguna canción Arjona dice “bueno no es el que te ayuda, sino el que no te molesta” (coincido en parte; coincidiría más si dijera “el que te ayuda y no te molesta); y cuantas menos cuestiones horaden nuestro vínculo, mejor. Según lo entiendo (y en lo que ambos coincidimos, al menos hasta el momento en que lo conversamos), después de tantos años de vivir solos haciendo, deshaciendo; yendo, viniendo; organizando y desorganizando; y, tomando en cuenta la edad y, consecuentemente, la menor capacidad de acostumbramiento a nuevas realidades, nos pareció que era mejor así. El tiempo nos irá haciendo acomodar distinto. O no. Pero, como dice el dicho, "los melones se acomodan andando".

Casarnos, a esta edad y siendo personas del mismo sexo, significa que nuestro vínculo tiene la protección que las leyes le dan a TODOS los casamientos. Porque, por mucho que quiera ignorarse, hasta “ayer nomás” los matrimonios entre personas del mismo sexo no estaban permitidos y hoy, con las ideologías de derecha ocupando el "Sillón de Rivadavia" (y siempre que los pensamientos de derecha andan cerca) todos los derechos se ven amenazados; fundamentalmente, los de las minorías (https://www.pagina12.com.ar/737988-el-secretario-de-culto-que-no-quiere-divorcios-matrimonos-ig). Este derecho (como muchos otros: género e identidad, por ejemplo), siempre que la derecha gana fuerza, están en riesgo. El odio que el pensamiento de derecha expresa (no únicamente la ideología “derechizada”, dado que el odio está enclavado en las entrañas de las personas, sin importar la ideología; sin embargo, la derecha es su mayor representante) sirve como aglutinador de personas odiantes que, por si fuera poco, no se autoperciben como tales; en parte, porque la autopercepción es una reivindicación de las identidades de género. Gracias al reconocimiento que la ley hace de nuestro matrimonio, ambos figuramos indubitablemente como lo que somos: ESPOSOS. Y tenemos garantizados todas las obligaciones y derechos que nos corresponden.

Con el tiempo aprendí (y con mucha terapia y con unos buenos estrellazos contra el suelo) que el amor es fundamental, pero no lo es todo. Calamaro (que dejó al desnudo su alma derechosa) canta "No se puede vivir del amor", letra con la coincido "casi" en todo. Aprendí que, a mí, me gusta amar sin condicionar, sin esperar a que el otro haga o no haga según yo espero. Aprendí que amar a alguien es mi decisión y mi responsabilidad, lo que significa que no tengo nada que reprochar. Aprendí que, como decía una viejísima canción, "es mejor tener el pelo libre que la libertad con fijador", entonces, lo que quiero es que siempre tengamos ganas de seguir estando. Me gusta no escaparle a las conversaciones honestas, claras y muy concretas, que también haya de las incómodas, de esas que no se quieren tener, pero que es necesario tener. Quiero que nuestro espacio de diálogo sea siempre una prioridad y así, plantearnos lo que nos pasa, los gustos (que van cambiando, como las personas cambian)  y deseos (que van cambiando como las personas cambian) que cada uno de nosotros pudiera tener; teniendo en cuenta que somos dos seres distintos, llevando adelante un proyecto de dos; DOS QUE NUNCA SEREMOS UNO, que seguiremos siendo dos, con el deseo de tener un par, A LA PAR, que siga siendo "ese" par (particularmente creo que, de la simbiosis, mejor alejarse).

Fer y Edu, mis herman@s de la vida, nos hicieron una celebración de unión y nos leyeron un texto que, como tantos otros textos, se me había perdido en las catacumbas de la memoria..

En "El profeta", de Khalil Gibrán (*), dice (con mi adaptación, claro):

De nuevo Almitra preguntó: ¿qué piensas del matrimonio?
Y él contestó:
Nacieron juntos y juntos permanecerán para siempre. 
Aunque las blancas alas de la muerte dispersen sus días. 
Juntos estarán en la memoria silenciosa de Dios. 
Mas dejen que en su unión crezcan los espacios. 
Y dejen que los vientos del cielo dancen entre ustedes. 
Ámense uno a otro, mas no hagan del amor una prisión. 
Mejor es que sea un mar que se mezca entre las orillas de sus almas. 
Llénense mutuamente las copas, pero no beban sólo en una. 
Compartan su pan, mas no coman de la misma hogaza. 
Canten y bailen juntos, alégrense, pero que cada uno de ustedes conserve 
la soledad para retirarse a ella a veces. 
Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música. 
Ofrézcanse su corazón, pero no para que se adueñen de él. 
Porque sólo la mano de la Vida puede contener su corazones. 
Y permanezcan juntos, mas no demasiado juntos: 
Porque los pilares sostienen el templo, pero están separados. 
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro.

Y tengo para mí la certeza que así quiero amar. Amar sin poseer, sin condicionar, sin encerrar. 

Cuando nos pienso, hoy, me siento muy feliz. Siento que todo encaja, que las piezas se acomodaron y que todo va por una buena vía, por una senda que muchas veces había deseado que fuera posible, aunque nunca me lo hubiera imaginado para mí.

Vengo de una época en la que no me fue posible imaginar que podía un hombre casarse con otro; de una época en que la gaytud era un mal chiste, una burla, donde el estereotipo del homosexual era un hombre mal disfrazado de mujer, donde el homosexual no era un hombre sino una muy mala caricatura de una mujer; de una época en que se escuchaba "más vale un hijo muerto que un hijo puto" (o cura, según se justificase); de una época en que lo héteronormativo regía por imposición de la fuerza; de una época en la que "los hombres" se organizaban para "debutar" (ir a garchar por primera vez con una prostituta, se suponía), a veces, acompañados de "algún tío canchero" y donde todo eso era una demostración de hombría; de una época en que "con la madre de mis hijos hay cosas que no se hace".  Vengo de una época en la que, muy tempranamente, supe que "de eso no se habla" y nunca pude hablarlo (hasta que llegué a terapia). Y de aquella época (de la que no reniego en absoluto, dado que no sería quien hoy soy sin todo aquello) a esta vida, hoy, hay mucho trabajo de deconstrucción y reconstrucción propia (y con muchas horas de psicólogo como soporte). Y de mucho trabajo interior de todos quienes estuvieron en aquel momento a mi alrededor: exesposa, hijo, familia de origen, amigos, conocidos, compañeros de trabajo. Nunca en aquella etapa de mi vida en la que sabiéndome homosexual (y en la que no conseguía aceptarme), teniendo experiencias homosexuales que me hacían sentir mucho placer físico y mucha culpa emocional, pude imaginar CASARME con otro hombre. Simple y sencillamente porque, por aquella época, no existía la posibilidad; ni la de andar de la mano, ni muy cerca. Luego, muchísimo tiempo después, casi una vida, cuando empezó a hablarse del casamiento entre personas del mismo sexo y más tarde, cuando se concretó, nunca me vi casándome nuevamente. De hecho, en algún momento mientras noviábamos, le dije a Raúl (mi marido) que si él tenía intenciones de casarse, no era yo esa persona porque no tenía intenciones de hacerlo. Sin embargo, acá estoy, casado.

Y en esto estoy: viviendo una vida de casado que nunca se me hubiera ocurrido vivir, disfrutando de una adultez que me gusta y satisface, a un paso de convertirme en "suegro con papeles" porque mi hijo y su compañera van a casarse... 

Sin lugar a dudas soy un tipo MUY BENDECIDO; siento que Dios, el Universo, la Pachamama, la Santa Madre de Dios, mi y mis ángel / ángeles de la guarda, el Gauchito Gil, San Expedito me colman de bendiciones constantemente. Veo mi punto de partida y veo en lugar en el que estoy y no puedo menos que sentirme feliz, bendecido, afortunado... 

Las situaciones que la vida me presentó las resolví como pude, con los elementos que tuve a mi disposición en el momento en que debí enfrentarlas y supongo que muchos pasamos lo mismo. En el momento, como frente a una urgencia, cada quien resuelve con lo que puede en el momento. Ahora sé que, aunque me sintiera solo y muy desamparado, siempre conté con una gran guía, protección y acompañamiento. Y me hace sentir MUY AGRADECIDO. Llevo un gran camino recorrido.

La cosa es que, aunque nunca lo hubiera imaginado, ME CASÉ CON OTRO HOMBRE Y ME ENCANTA HABERLO HECHO. 

Pudimos, hoy, dos hombres, casarnos porque hubo much@s hombres y mujeres que lucharon y militaron para conseguir este derecho del que hoy gozamos. Much@s murieron sin poder ver o disfrutar de esto que estamos disfrutando. Un enorme GRACIAS a tod@s quienes lucharon. Porque los derechos de los que gozamos, se consiguieron porque hubo gente que dio todo para conseguirlos.


(*)

Desconocía la existencia de Khalil Gibrán, hasta que un día, mientras hacía mi escuela secundaria, me topé con esto:

De los hijos

Y una mujer que estrechaba una criatura contra su seno se acercó y dijo: 

Háblanos de los hijos. 

Y él respondió: 

Vuestros hijos no son vuestros hijos. 

Son los hijos y las hijas del anhelo de la Vida, ansiosa por perpetuarse. 

Por medio de vosotros se conciben, mas no de vosotros. 

Y aunque estén a vuestro lado, no os pertenecen. 

Podéis darles vuestro amor; no vuestros pensamientos: porque ellos tienen sus propios pensamientos. Podéis albergar sus cuerpos; no sus almas: porque sus almas habitan en la casa del futuro, 

cerrada para vosotros, cerrada incluso para vuestros sueños. 

Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no tratéis de hacerlos como vosotros: 

porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer. 

Sois el arco desde el que vuestros hijos son disparados como flechas vivientes hacia lo lejos. 

El Arquero es quien ve el blanco en el camino del infinito, 

y quien os doblega con Su poder para que Su flecha vaya rauda y lejos. 

Dejad que vuestra tensión en manos del arquero se moldee alegremente. 

Porque así como Él ama la flecha que vuela, así ama también el arco que se tensa.