En otras redes sociales...

En Facebook me encontrás en: http://facebook.com/fagabrielli
En Twitter, me encontrás en: https://twitter.com/Fagab
Y mis experimentos culinarios, los muestro en: https://cocinateando.blogspot.com.ar

martes, 6 de noviembre de 2012

No esperar nada de nadie...

No es fácil llegar a conseguir NO ESPERAR NADA DE NADIE.
Dicho así, podría sonar a autosuficiencia, pero ni de cerca es eso. Llegar a no esperar, es todo un recorrido y quizá me haya allanado algo de camino el hecho de no ser celoso ni posesivo. De todos modos se trata de una DECISIÓN y, por ende, me toca asumir los riesgos y responsabilidades por lo que "parece" más no por lo que ES.
No esperar nada de nadie, es liberador. No existe lugar para la frustración, ya que todo lo que llegue SIEMPRE sumará. Para sumar o para restar, pero siempre SUMARÁ. Además resulta tranquilizador porque cualquier decisión del otro, resulta del ejercicio pleno de sus capacidades y absolutamente despojada de mis presiones.
No esperar nada de nadie es el mayor ejercicio de libertad posible: lo que yo haga no te obliga a nada, de manera que todo lo que yo haga se basa en mi única y propia elección.
Tampoco se trata de someterse a decisiones ajenas. Así como mis haceres generan reacciones, lo mismo es a la inversa. No esperar no significa someterse, significa actuar en absoluta libertad. Como expresé más arriba, siempre suma, aunque sea para restar.
Alguna vez alguien me decía algo como "no te importa nada", y nada menos cierto. Dejar que cada quien elija, no reprochar, no sentir como un insulto personal los NOES, elegir no malinterpretar dichos y / o actitudes es liberarme de la carga que implica "interpretar", y reemplazarlo por la simpleza de entender que "ca' uno e' ca' uno e' ca' cual e' ca' cual". En libertad cada quien decide por sí mismo: he ahí el mayor acto de respeto por la individualidad.
Y como dije antes: no esperar algo en particular, implica que, en parte, mis acciones en respuesta a decisiones ajenas, no están teñidas por algo más que una tranquila elaboración.
Claro que soy persona y que algo puede salirse de rumbo.
Por otro lado, está claro que cualquier vínculo se inicia con una cuota más que importante de CONFIANZA. Partiendo de este punto, para mí, la cosa es ¿no es contradictorio CONFIAR, CONDICIONANDO las acciones ajenas? Porque CONFIAR implica dejar al otro hacer en su mayor libertad, sin agregarle presiones, aceptando que NO PODEMOS ni DEBEMOS QUERER controlar las acciones ajenas. Porque ¿qué dice de mí el querer controlar a alguien?
También es cierto que, parecería, que para alguna gente resulta agobiante RESPONSABILIZARSE de su libertad, entonces reclama que se lo esclavice. Quizá sea una cuestión de inseguridad, quizá sea una cuestión de manipulación o una cuestión de cargar sobre otro(s) la responsabilidad de la vida propia. Como sea, si apenas puedo con la propia ¿cómo cargar con la ajena?
Da la impresión que no interferir en la libertad ajena se asocia al abandono. Abandonar es despreocuparse; dejarte en libertad es acompañarte a crecer. Terrible diferencia.
Llegar a no esperar nada de nadie siempre es un camino. El punto de partida puede ser el despecho, la desilución, la amargura; o una decisión basada en el respeto. Ahí está la elección de cada uno.

2 comentarios:

Alicia Schultheis dijo...

Fabi, si es tu decisión de "no esperar nada de nadie" es tu elección y la respeto....aunque considero, si, se puede esperar algo del otro sin que ese otro condicione tu libertad o te manipule.En lo que a mi respecta lo unico que espero del otro es que me acepte como soy, con mis defectos y virtudes, si asi no lo acepta no lo juzgo, es su problema, de mi vida me hago cargo YO como pueda y quiera..... esta es mi elección.
m iesta es

Fabián Alberto Gabrielli dijo...

Por eso digo que todo sumará aunque reste. Lo importante ez que cada uno obre en libertad.