Murphy, en una de sus tantas "leyes" (http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Murphy), dice: "Si algo puede salir mal, saldrá mal aquello que cause el daño mayor". [Este vínculo es extenso, pero NO TIENE DESPERDICIO: http://cdn.preterhuman.net/texts/literature/in_spanish/Leyes%20de%20Murphy.pdf ]
Quizá no te convenga leer de acá en adelante. Será toda una descarga visceralmente vomitada desde el centro de mis tripas, con muchas quejas y un profundísimo enojo. Podría afectarse tu sensibilidad. Necesito descargar mi bronca y lo voy a hacer por acá.
ESTÁN AVISAD@S.
La vida me la está haciendo difícil. Realmente, difícil. Al menos así es como lo vivo y siento, independientemente de las desgracias ajenas (http://lema.rae.es/drae/?val=ajena) que, como está dicho bien claro, SON AJENAS. No significa que sean insignificantes, significa que son de otr@. Y cada uno se queja por aquello que lo aqueja.NOTA PARA MÍ MISMO: Que esto que me ocurre, comparado con alguna otra cuestión, sea "nimio" (http://lema.rae.es/drae/?val=nimio) NO IMPLICA QUE LO SEA. Y me lo aclaro porque, en general, empiezo con un "bueno, en realidad, ya sé que hay cuestiones más importantes..." ¡A CAGAR CON TODO ESO! Lo que me pasa es lo que me pasa y listo. Si no, el que se tuerce un pie se tiene que callar porque hay gente que está amputada.
Lo dicho: la vida me la está haciendo difícil. Y me estoy hartando.
Soy un tipo complicadamente simple. Con poco, o con lo que considero poco, vivo tranquilo, bien. No necesito de grandezas ni algo que se le parezca. No me interesan los viajes, la paso bárbaro debajo de un árbol en Luján, no corro detrás de las marcas, ni necesito comer "lomo a las finas hierbas", porque con una milanga a la napo con fritas, estoy más que feliz. Entre simple y ordinario, quizá. Pero así la paso bárbaro. No me interesan las competencias de ningún tipo porque no me estimulan. Pero, la vida me la está haciendo difícil.
Como ya dije en algún posteo anterior, la falta de un compañero de vida la llevo muy mal, pero no tengo alternativa: es lo que hay.
Como también dije en algún posteo anterior, manejar es, para mí, un GRANDÍSIMO PLACER. Y así fue que decidí comprarme el auto. Así llegué a comprar el "yejuzilo e' plata" que, al parecer, apenas si va a llegar a ser un chispazo de Magiclick.
¿Por qué compré el auto? Por lo dicho, pero también, para compartirlo con mi hijazo. Pero, también, para compartir una actividad con mi hijazo. Pero, también, porque soy un chico grande que todavía juega. Pero, también, ¿por qué no?
Pero este chiche, resultó ser un fiasco. Y me la tengo que bancar. Pero no me la banco.
Cuando las cosas se complican tanto, no sólo es el enojo. Más doloroso que el enojo, es LA FRUSTRACIÓN que generan los planes, sueños y deseos rotos. Y cuando las situaciones infortunadas van sucediéndose una atrás de la otra, no queda otra que admitir: estoy meado por los dinosaurios y requetecontrarremil cagado por los pterodáctilos.
El auto, una vez más, me deja a pata.
Resulta ser que, ahora, echa humo como si fuera La Porteña (http://es.wikipedia.org/wiki/La_Porte%C3%B1a). Parecería que la única salida un cambio de aros.
Al retirarlo del último arreglo, se suponía que era normal el humo, que iba a desaparecer en una o dos semanas (hasta podía ser un mes). Aparentemente, cuando le cambié el aceite a principios de agosto, y le hice colocar el que indicaba el manual (era un 15W40, aunque me habían recomendado un 20W50, pero el manual es el maual; y la ignorancia es la ignorancia), lavó vayaunoasaberquécosas que había tapado el aceite viejo. Como el 15W40 es más liviano, se licúa mucho más y barre lo que depositó el anterior, por lo tanto, se filtra a sitios que había sido tapados. Cuando lo llevé a arreglar la última vez, ya llevaba quince días con el "aceite lavativo". La cosa es que la noche que me lo devuelven, después de cambiarle la correa de distribución y las ocho válvulas de admisión, empezó a ahumar. Vuelvo al mecánico, me explican lo anterior y pactamos que al día siguiente le cambiamos el aceite. Eso fue lo que hice, pero el sábado a la tarde me encontré que ya se había consumido parte del nuevo aceite y líquido refrigerante.
Esto hizo que decidiera dejarlo parado. Está en el estacionamiento esperando a que decida qué hacer.
Esto hizo que lo llevara a hacer revisar y que me dijeran: cambio de aros, que llevaría algo así como diez días y que si tengo suerte serían 4500 mangos, pero si sigo con esta leche de mierda, son 7000.
Esto hizo que entrara en esta situación de mucha angustia, decepción, frustración, enojo, amargura, desilusión, decepción...
Esto hace que me convierta en un ser NoHumano, oscuro, ácido por demás, y sumamente tóxico.
Esto hace que me sienta COMO EL REVERENDÍSIMO ORTO FEO. Esto hace que quiera, y de hecho lo haga, encerrarme, no hablar con nadie, no escuchar nada, no saber nada; esto hace que me convierta en un putísimo caracol. Esto hace que tenga el profundísimo deseo de poder rajarme a LA PUTÍSIMA CONNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNCHA DE MI HERMANA Y NO SABER NI ENTERARME DE NADA MÁS.
La verdad es que POR LO MENOS UNA, podría salirme bien: PODER GOZAR DEL PLACER DE USAR EL AUTO, DE COMPARTIRLO, DE...
Pero no. Efectiva y realmente NO. Parece que voy a tener, al menos por ahora, vedado el acceso AL GOCE.
¡¡¡LA REQUETECONTRARREMILPELUDÍSIMA SUERTE QUE ME TOCÓ!!! Pero que suerte tan DE MIERDA.
Ya lo dijo Murphy: Si algo puede salir mal, lo hará aquello que cause el daño mayor.
El jueves, 29/08/2013, cuando retiré el auto del mecánico, llevaba ahí diecisiete días. Lo dejé el 12/08/2013. Le iban a cambiar la correa de distribución (cambio que fue efectivamente hecho) y por alguna causa, termina rajándose una válvula de admisión (tiene dos por pistón -y cuatro pistones-, o sea, ocho válvulas de admisión y otras ocho de escape) lo que hace que le cambie las ocho válvulas de admisión y las otras ocho se quedan ahí, ya que no era necesario el cambio. De paso, las cuatro bujías de encendido.
Además, entre el 5 y el 8 de agosto, lo dejé para hacerle el tren delantero.
Además, el 27/07/2013 lo dejé para hacerle reparar el sistema eléctrico y me lo devolvieron el 28/08/2013.
Resumiendo:
Lo compré el 24/07/2013
Le cambié las cuatro cubiertas el 25/07/2013
Le reparé el sistema eléctrico entre el 27 y 28/08/2013.
Le reparé el tren delantero entre el 5 y 8/08/2013.
Le cambié la correa de distribución y las válvulas entre el 12/08/2013 y el 29/08/2013.
En total estuvo en reparación 25 días, y a hoy (03/09/2013), tiene 41 días conmigo. O sea... Estuvo más en manos del mecánico que en las mías.
Y sólo hablo de NO PODER DIS-FRU-TAR-LO. Porque la guita, SÓLO, es guita. No significa que no importe, pero sólo es guita. La frustración es un tajo en el alma. La guita la tenés o no la tenés; la frustración te deja cicatrices. La guita es un medio de cambio, la frustración es incambiable...
La cosa es: ¿es necesario que toda esta mierda QUE PUEDE SER QUE PASE, EFECTIVAMENTE ME PASE?, porque no olvidemos que la otra opción es QUE NO PASE. Pero parece que me tocó al perinola (http://es.wikipedia.org/wiki/Perinola) "cargada".
Cuando compré mi casa TODO FUE MUY SIMPLE y sucedió CON SUMA AGILIDAD: Unos amigos me avisaron que a una compañera de trabajo le habían entregado un departamento y me ofrecieron el número de la constructora. Llamé. Vine a ver el departamento y me gustó, aunque me pareció un poco chico. Cuando me contaron las condiciones, debía tener una anticipo del 15% que, en ese momento, no tenía. Otros amigos me lo ofrecieron, y sólo lo acepté cuando confirmé que estaba en condiciones de pedir un préstamo para poder devolverlo lo antes posible. Presenté los papeles, escrituré, un mes después pedí el préstamo para devolver lo que mis amigos me habían prestado y... Terminó con la misma simpleza y agilidad que había empezado.
Pero esta vez, con el auto, es una complicación atrás de la otra. Cada nueva complicación es una nueva patada en las pelotas, o sea, es una frustración detrás de la otra.
La cosa es que en unos pocos días, TODO LO QUE PODÍA RESULTAR UNA GRAN CAGADA, resultó, efectivamente, UNA GRANDÍSIMA CAGADA. También podría pensar que PODRÍA HABER SIDO PEOR. Claro, sí. Es cierto. Pero... ¿por qué pensar NEGATIVAMENTE, si se supone que tengo que DEBO SER OPTIMISTA?
¿Por qué agradecer por NO HABER SIDO PEOR, cuando podría agradecer más felizmente SI NO HUBIERA OCURRIDO? Es cierto que ante la situación, CASI es mejor que haya sido lo mejor dentro de todo lo peor, pero... ¿a quién se le ocurre? Claro que todo podría haber sido peor. Claro TAMBIÉN PODRÍA HABER SIDO MEJOR, Y HASTA PODRÍA NO HABER SIDO UNA COSA NI LA OTRA, PODRÍA HABER SIDO NEUTRO. Parece que, al final, hay que agradecer que llueva mierda, en lugar de paltas porque una te ensucia, pero la otra te mata. ¡¡¡DEJÉMONOS DE JODER!!! ¿Qué es esta idiotez de agradecer que no fue peor CUANDO PODRÍA NO HABER SIDO?
¡Claro que hay cosas peores!, pero hoy, para mí, LO PEOR ES TODA ESTA SUMA DE MIERDAS QUE ME ESTÁN PASANDO.
Todo pasará, pero mientras tanto tengo que seguir tirando. Lo cierto es que todo lo que planeé hacer con el puto auto, no sólo no lo puedo hacer sino que me cargo con la FRUSTRACIÓN de tener la posibilidad de hacerlo, pero no poder porque al vehículo en cuestión, SE LE OCURRE HACERSE BOSTA A CADA RATO.
Esperá. Ahora me voy a alegrar porque, en lugar de explotar al cargarle gas, SÓLO se le fundió el motor. ¡¡¡quéalegremesiento!!!estoytanfelizquenopuedodejardeputear,maldecirylloraramandíbulabatiente...
¡¿POR QUÉ PUTA ME PASAN ESTAS COSAS, CUANDO PODRÍA SER NEUTRO Y NO JODER PARA UN LADO NI PARA EL OTRO?!
No, cierto, me tengo que alegrar: yupiquésuertequésuerte
Realmente, si hay algo que tenga que aprender en todo esto, la verdad, todavía no sé que pueda ser.
Simplemente: COMPRÉ UNA GRANDÍSIMA MIERDA y es lo que tengo. Ocurre que, para comprarlo, busqué asesoramiento pero "se complicó", entonces ¿debería pensar que es una compra que nunca debí haber hecho?, ¿debería pensar que los autos no son para mí?, ¿debería pensar que el auto SE DESEA PERO NO SE COMPRA?, ¡¡¡¿QUÉ MIERDA DEBERÍA PENSAR?!!!
Ya se lo encomendé a Dios, y me encomendé a Dios; le eché agua bendita, me eché agua bendita; le puse la cinta roja y una estampita de la Virgen de Luján; le eché vinagre, me eché vinagre; lo llené de energía violeta cristalina, me llené de energía violeta cristalina; le puse una amatista, me colgué un Om... Les voy avisando que menos la ruda, hice de todo Y NADA FUNCIONÓ. Al menos, en mi auto, NADA FUNCIONÓ.
El domingo, mientras estaba encapsulado tratando de digerir toda la frustración que me genera esta cuestión, me llamó mi amigo el exporonguero. Resulta que el día anterior, el sábado 31/08/2013, tuvo una situación complicada con su salud. Y en algún momento pensé que el problema suyo era más importante que el mío, pero... ¡¡¡MI PROBLEMA NO ERA LA SALUD!!!, al menos no en este momento. Y de nuevo, ¿cuál es el sentido de la comparación? Insisto, con ese criterio, ninguno de los que tenemos algo en un plato nos podemos quejar, si pensamos que un problema serio es el no tener algo en el plato e, inclusive, ni siquiera tener plato. En todo caso, la comparación está buena si nos moviliza algo como ¿humanos? y no si sólo desacredita lo que sentimos.
En fin, las opciones son: 1) lo arreglo; 2) lo vendo así; 3) lo perreo como me lo perrearon y lo vendo; 4) lo dejo en el estacionamiento hasta...; 5) no se me ocurren más.
No sé. Hoy estoy defraudado, decepcionado, frustrado, triste, amargado... Hoy estoy que no quiero saber, ni no saber, ni decidir, ni no decidir... Hoy quiero que nada más pase.
No sé. La verdad es que no sé.
Hoy lo único que deseo es hacerme un ovillo y desaparecer en un abrazazo.
Hoy hay lo que hay.
En fin...
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