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martes, 18 de septiembre de 2012

El retrato de Dorian Gray (recortes)


EL RETRATO DE DORIAN GRAY



PERSONAJES

Basil Hallward: el pintor que produce el cuadro, que sería lo mejor de su carrera.

Lord Henry Wotton: Es el personaje que más cínico se muestra. De hecho, su influencia es notable en Dorian Gray.

Dorian Gray: Joven (adolescente, ya que es identificado así en varios tramos del texto) que cautiva por su hermosura a Basil Hallward y a Henry (“Harry”) Wotton. Es el protagonista de la novela.

 

Algunas recortes del libro. No voy a acotar, pero tengan en cuenta, entre varias cuestiones, la época, algunas de las condiciones generales, la traducción y el recorte. A tomárselo con calma.

sólo hay una cosa en el mundo peor que el que se hable mal de uno, y es que no se hable.

Pero la belleza, la verdadera belleza, acaba donde comience una expresión intelectual. La inteligencia es en sí misma un modo de exageración, y destruye la armonía de cualquier rostro. Desde el momento en que uno se sienta para meditar, se vuelve todo nariz, o frente, o cualquier otra cosa horrenda. Fíjate en los hombres que sobresalen en todas las profesiones doctas. Son, sencillamente, repugnantes. Excepto, claro está, en la Iglesia. Pero es porque en la Iglesia no piensan. Un obispo continúa diciendo a los ochenta lo que le enseñaron a decir a los diez y ocho; por eso, y como consecuencia natural, siempre resulta delicioso.

Tu misterioso amigo, cuyo nombre todavía no me has dicho, pero cuyo retrato realmente me fascina, no piensa nunca; estoy completamente seguro. Es una criatura admirable y sin seso, para tener en invierno, cuando no hay flores que mirar, y en verano, cuando necesitamos refrescar el entendimiento. No te hagas ilusiones, Basil; no te pareces a él lo más mínimo.

Es mejor no diferenciarse demasiado de los demás. Los feos y los necios tienen la mejor parte en este mundo.

Cuando quiero a alguien de verdad, no me gusta decir su nombre a nadie. Es como ceder una parte de él. Me he acostumbrado a amar el secreto. Es lo único que puede hacernos la vida moderna misteriosa y sorprendente. La cosa más vulgar se vuelve deliciosa en cuanto alguien nos la esconde.

Con un frac y una corbata blanca, como tú dices, todo el mundo, hasta un agente de Bolsa, puede dárselas de civilizado.

La risa no es un mal comienzo de amistad, y es, de con mucho, el mejor fin de cualquiera

Pero no puedo menos de detestar a mis parientes. Puede que esto provenga de que no celemos soportar que los demás tengan los mismos defectos que nosotros.

Yo simpatizo en absoluto con la rabia de la democracia inglesa contra lo que llaman los vicios de las clases altas. La plebe comprende que el alcoholismo, la estupidez y la inmoralidad son de su propiedad exclusiva, y que es entrar en su vedado el que uno de nosotros se embrutezca a semejanza de ellos.

Me interesan las personas más que sus principios, y las que no tienen ninguno, más que nada en el mundo.

...pero no quiero discutir contigo. Sólo los que no tienen remedio intelectual se empeñan en discutir.

Es doloroso de pensar; pero no cabe duda de que el genio dura más que la belleza. Esto explica por qué nos tomamos tanto trabajo en instruirnos. En la lucha sin tregua de la vida necesitamos algo que perdure; por eso llenamos nuestra mente de ripios y de hechos, en la necia esperanza de conservar nuestro sitio.

Las mujeres no tienen el sentido de la belleza masculina; por lo menos, las mujeres honradas

Los que permanecen fieles no conocen más que el lado trivial del amor; sólo los; infieles saben de sus tragedias.

No trates de influenciarlo. Tu influencia sería perniciosa. El mundo es ancho y lleno de seres interesantes. No separes de mí a la única persona que da a mi arte todo el encanto que éste pueda tener; mi vida de artista depende de él. Tenlo en cuenta

Porque influenciar a una persona es prestarle nuestra propia alma. No piensa ya sus pensamientos naturales, ni arde con sus propias pasiones. Sus virtudes dejan de ser suyas. Sus pecados, si es que hay pecados, son de segunda mano. Se convierte en el eco de una música ajena, en el actor de un papel que no había sido escrito para él. El fin de la vida es el desenvolvimiento de la personalidad

Hoy los hombres se asustan de sí mismos. han olvidado el más alto de sus deberes, el deber que uno se debe a sí mismo. Sí, son caritativos; dan pan al hambriento y vestido al mendigo. Pero sus propias almas se mueren de hambre y van desnudas.

Cada impulso que luchamos por estrangular, germina en el espíritu y nos envenena

El único medio de librarse de una tentación es ceder a ella. Resistid, y vuestra alma enfermará de deseo por las cosas que se ha vedado a sí misma

Porque tiene usted la juventud más maravillosa, y la juventud es la única cosa que vale la pena de ser deseada.

Día llegará, cuando sea usted viejo y arrugado y feo, cuando el pensamiento le haya devastado con sus surcos la frente, y la pasión quemado los labios con sus fuegos repugnantes, en que lo será usted. Ahora, adonde quiera que vaya, triunfará usted. Pero ¿será siempre así?... Ahora tiene usted un rostro de una belleza maravillosa, Mr. Gray. No frunza usted el ceño. Lo tiene. Y ha belleza es una de las formas del genio; más alta, en verdad, que el genio, ya que no necesita explicación.

Con frecuencia se dice que la belleza es cosa superficial. Quizás. Pero, en todo caso, no es tan superficial como el pensamiento.

Para mí, la belleza es la maravilla de las maravillas. Unicamente los superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo está en lo visible, no en lo invisible...

¡Ah!, realice usted su juventud mientras la tiene. No dispendie usted el oro de sus días, dando oídos al necio, tratando de remediar su irremediable fracaso, o arrojando su vida al ignorante y al vulgo. Tales son los fines enfermizos, los falsos ideales de nuestra época. ¡Viva usted! ¡Viva esa vida maravillosa que hay en usted! ¡No deje usted perder nada... Busque sin cesar sensaciones nuevas. No terna usted nada... Un nuevo hedonismo: eso es lo que ha menester nuestro siglo. Usted podría ser su símbolo visible. Con su belleza, nada hay que no pudiera usted hacer. El mundo es suyo por una temporada...

Pero, nosotros, jamás recobraremos nuestra juventud. El pulso de alegría que late en nosotros a los veinte, va haciéndose cada día más perezoso. Nuestros miembros flaquean, nuestros sentidos se estancan. Degeneramos en muñecos repugnantes, obsesionados por el recuerdo de las pasiones que nos hicieron retroceder atemorizados y de las tentaciones exquisitas a que no tuvimos el valor de ceder.

¿Siempre? ¡Palabra tremenda! ¡Cada vez que la oigo me estremezco! ¡Las mujeres son tan aficionadas a emplearla! Echan a perder todas las novelas por su empeño en hacerlas eternas. Por otra parte, es una palabra sin sentido. La única diferencia entre un capricho y una pasión para toda la vida, es que el capricho dura un poco más.

- ¡Qué cosa tan triste! -murmuró Dorian Gray, con los ojos fijos aún en su retrato -. ¡Qué casa tan triste! ¡Pensar que yo envejeceré y me pondré horrible, espantoso, y que este retrato permanecerá siempre joven! Nunca tendrá más edad de la que tiene en este día de junio... ¡Si fuese siquiera al revés! ¡Si fuera yo el que permaneciese siempre joven, y el retrato el que envejeciese! ¡No sé... no sé lo que daría por esto! ¡Sí, daría el mundo entero! ¡Daría hasta mi alma!

-Tengo celos de todo aquello cuya belleza no muere. Tengo celos de ese retrato que has pintado. ¿Por qué tiene él que conservar lo que yo tengo que perder? Cada momento que pasa me quita algo a mí para dárselo a él. ¡Oh, si siquiera fuese al revés! ¡Si el retrato pudiera cambiar en lugar mío, y yo permanecer tal como soy ahora! ¿Por qué lo has pintado? ¡Día llegará en que se burle de mí.. en que se burle cruelmente! Sus ojos se arrasaron en lágrimas candentes, sus manos se retorcían. Arrojándose sobre el diván, escondió el rostro en los almohadones, como si estuviese rezando.

-Yo adoro los placeres sencillos -dijo Lord Henry -. Son el último refugio de los hombres complicados.

La verdad es que el pecado es el único elemento pintoresco que ha quedado en la vida moderna.

Los jóvenes se empeñan en ser fieles y no lo pueden; los viejos tratan de no serlo, y tampoco pueden. A eso se reduce todo.

...tachado de egoísta por la gente que no sacaba de él provecho alguno, pero al que la buena sociedad consideraba generoso, por el mero hecho de dar de comer a quienes le divertían.

En política, era conservador; excepto cuando los conservadores subían al poder, período durante el cual les acusaba rotundamente de ser un hatajo de radicales.

Sus principios estaban anticuados; pero, en cambio, mucho bueno podría decirse a favor de sus prejuicios.

- ¡Hola, Harry! -exclamó el viejo prócer [tío de Lord Henry] -. ¿Qué es lo que te trae a estas horas? Yo creía que los jóvenes a la moda no os levantábais hasta las dos y no estabais visibles hasta las cinco.
-Puro amor de familia; se lo aseguro, tío Jorge. Necesito pedirle a usted una cosa.
-Dinero, supongo -dijo Lord Fermor, torciendo el gesto -. Bueno, siéntate y dime de qué se trata. Los jóvenes, hoy, creen que el dinero es todo.
-Sí -murmuró Lord Henry, abotonándose la americana -; y cuando llegan a viejos, lo saben. Pero no es dinero lo que necesito. Unicamente los que pagan sus cuentas necesitan dinero, tío Jorge, y yo no pago las mías. El crédito es el capital de los hijos de familia, y se puede vivir de él perfectamente.

Si un hombre es un caballero, en toda la acepción de la palabra, ya sabe bastante; y si no lo es, todo lo que aprenda no hará más que perjudicarle.

Me gusta siempre saber todo lo que se refiere a mis nuevos amigos, y nada de lo que se refiere a los antiguos.

Detrás de todo lo que es exquisito hay siempre algo trágico.
…dama de carácter afabilísimo y humor excelente, muy querida por cuantos la conocían, y de esas amplias proporciones arquitectónicas que, en las mujeres, cuando no son duquesas, nuestros historiadores contemporáneos describen como obesidad.

Como todos los que tratan de agotar un tema, acababa siempre por agotar a sus oyentes.

…que tenía un guardarropa bien surtido de desechos de ingenio.

-Puedo simpatizar con todo, menos con el sufrimiento -dijo Lord Henry, encogiéndose de hombros -. Con esto no me es posible simpatizar. Es demasiado feo, demasiado horrible, demasiado deprimente. Hay algo agudamente enfermizo en esta simpatía moderna por el dolor. Deberíamos simpatizar con el color, la belleza, la alegría de la vida. Mientras menos se hable de las miserias de ésta, mejor.

-Cuando se es joven -contestó ella -. Pero cuando una vieja como yo se sonroja, mal síntoma. ¡Ay, Lord Henry! Dígame usted qué debo hacer para volver a ser joven.
Lord Henry quedó pensativo un instante.
- ¿Podría usted recordar algún gran pecado de sus primeros años, duquesa? preguntó, mirándola por encima de la mesa.
- ¡Ay, temo que una porción! -exclamó la duquesa.
-Pues vuelva usted a cometerlos -dijo él gravemente -. Para recobrar la juventud no tiene uno más que repetir sus locuras.

Me esperan en el Ateneo. Es nuestra hora de dormir.
- ¿Todos, Mr. Erskine?
-Cuarenta de nosotros, en cuarenta sillones. Estamos trabajando para fundar una Real Academia Inglesa.

Lord Henry aún no había vuelto. Siempre llegaba tarde, por principio, declarando que la puntualidad es el ladrón del tiempo.

Era una mujer singular, cuyos trajes parecían siempre ideados en un acceso de rabia y puestos en una tempestad. Siempre estaba enamorada de alguien y, como nunca era correspondida, había conservado todas sus ilusiones.

Hoy, la gente sabe el precio de todo y el valor de nada.

No te cases nunca, Dorian. Los hombres se casan por fatiga; las mujeres, por curiosidad. Ambos sufren un desengaño.

-Hijo mío, no hay mujer genial. Las mujeres son un sexo decorativo. Jamás tienen nada que decir, pero lo dicen deliciosamente. La mujer representa el triunfo de la materia sobre el espíritu, así como el hombre representa el triunfo del espíritu sobre las costumbres.

He llegado a la conclusión de que no hay más que dos clases de mujeres: las desaliñadas y las que se pintan. Las mujeres desaliñadas son utilísimas. Si quieres adquirir una reputación de respetabilidad, no tienes más que invitarlas a cenar. Las otras son encantadoras. Sin embargo, caen en un error. Se pintan para parecer jóvenes.

Hoy, una mujer, mientras puede parecer diez años más joven que su hija, se siente perfectamente satisfecha.

Una gran pasión es el privilegio de la gente que no tiene nada que hacer. ES lo único para que sirven las clases desocupadas de un país.

La fidelidad es a la vida sentimental lo que la consecuencia en las ideas es a la vida intelectual: simplemente una confesión de impotencia. ¡La fidelidad! Algún día la analizaré. La pasión del propietario se esconde en ella. ¡Cuántas cosas arrojaríamos si no temiésemos que otros pudieran recogerlas!

Luego me confesó que todos los críticos dramáticos se habían conjurado contra él, y que todos ellos eran gentes venales que no querían más que ser comprados.

-No me sorprendería que tuviese razón. Pero, por otra parte, a juzgar por las apariencias, no deben ser muy caros que digamos.

-El judío quiso contarme su historia; pero le declaré que no me interesaba.
-Hiciste bien. Siempre hay algo mezquino en las tragedias de los demás.

- ¡Qué afición tiene la gente a dar aquello de que está más necesitada! Es lo que yo llamo el abismo de la generosidad.

-Hijo mío: Basil pone todo lo mejor de él en su obra. El resultado es que no le quedan para la vida más que sus prejuicios, sus principios y su sentido común.

Mientras peores son sus rimas, más pintorescos parecen ellos. El mero hecho de haber publicado un volumen de sonetos de segunda mano, hace irresistible a un hombre. Vive la poesía que no puede escribir. Los otros escriben la poesía que no se atreven a llevar a cabo.

La mayoría de las personas esperan que la vida vaya descubriéndoles por sí mismas sus secretos; pero a los menos, a los elegidos, los misterios de la vida les son revelados antes de que el velo sea descorrido.

¡Alma y cuerpo, cuerpo y alma! ¡Qué hondos misterios! También el alma tenía su animalidad, y el cuerpo sus momentos de espiritualidad.

Los sentidos podían depurarse, y la inteligencia podía degradarse.

La experiencia no tenía valor ético alguno. Era simplemente el nombre que dábamos a nuestros errores.

Pero la experiencia carecía de toda fuerza motriz. Como causa activa, era tan poca cosa como la misma conciencia. Todo lo que realmente demostraba era que nuestro futuro sería igual a nuestro pasado, y que el pecado que en otro tiempo cometimos con repugnancia, volveríamos a cometerlo una porción de veces con satisfacción.

Las pasiones sobre cuyo origen nos engañamos, son las que nos tiranizan más duramente.

La cordura de labios secas continuaba hablándole desde un raído sillón, sugiriendo máximas de prudencia, tomadas de ese libro de cobardía, cuyo autor remeda el nombre de sentido común. Pero ella no escuchaba.

Los hijos comienzan por querer a sus padres; al hacerse mayores, los juzgan; y a veces, hasta los perdonan.

Cuando la miseria entra cautelosamente por la puerta, el amor entra volando por la ventana.

Cuando un hombre se decide a hacer una estupidez, siempre es por los motivos más elevados

El verdadero inconveniente del matrimonio es que le hace a uno altruista. Y la gente altruista es incolora. Carece de personalidad.

La razón de que todos seamos tan amigos de pensar bien de los demás, es que todos tememos por nosotros mismos. La base del optimismo es simplemente el miedo.

Cuando somos felices, siempre somos buenos; pero cuando somos buenos, no siempre somos felices.

-Ser bueno es estar en armonía consigo mismo -respondió Lord Henry, acariciando el pie frágil de su copa con los dedos pálidos y afilados -. Ser malo es verse obligado a estar en armonía con los demás.

Los pecados bellos, como las cosas bellas, son privilegio de los ricos.

Las mujeres nos tratan lo mismo que la humanidad trata a sus dioses. Nos adoran, pero se pasan la vida pidiéndonos que hagamos algo por ellas

Las mujeres, como dijo un francés de mucho ingenio, nos inspiran el deseo de hacer obras maestras, y nos impiden siempre llevarlas a cabo.

Esta gente, vulgar y tosca, con sus rostros soeces y sus ademanes brutales,

Antes excitabas mi imaginación, y ahora, ni siquiera consigues despertar mi curiosidad. Me dejas completamente frío

...incapaces de comprender que vivimos en una época en que sólo las cosas superfluas nos son necesarias,

Es la confesión, y no el sacerdote, lo que nos da la absolución.

Aquí, nunca se debe debutar con un escándalo. Estos hay que reservarlos para dar algún interés a nuestra vejez

Pero ella no habría tardado en descubrir que le eran completamente indiferente. Y cuando una mujer descubre esto, o descuida espantosamente su toilette , o le da por llevar sombreros elegantísimos, que, como es natural, tiene que pagar el marido de otra mujer.

siempre pesa una fatalidad sobre las buenas resoluciones: la de tomarlas demasiado tarde.

El único encanto del pasado es que ha pasado.

Vivimos en una edad que lee demasiado para ser sabia, y piensa demasiado para ser hermosa.

Sólo la gente superficial requiere años para verse libre de una emoción. Un hombre dueño de sí mismo puede poner término a un sufrimiento con la misma facilidad que inventar un placer. Yo no quiero estar a merced de mis emociones. Quiero usar de ellas, gozar de ellas, y dominarlas.

Son buenos maridos, o esposas fieles, o cualquiera otra insipidez por el estilo. Ya sabes lo que quiero decir... virtud clase media y compañía.

No puedo repetir una emoción. Nadie, excepto los sentimentales, puede hacerlo.

...si realmente quieres consolarme, enséñame a olvidar lo sucedido

Convertirnos en el espectador de nuestra propia vida, como dice Harry, es escapar al sufrimiento de la vida.

Nadie tropieza dos veces con su ideal, y pocos son los que tropiezan una.

El pasado podía anularse. El remordimiento, la negación o el olvido podían conseguirlo. Pero el futuro era inevitable. Había en él pasiones que siempre encontrarían su terrible salida,

-No he dicho que me gustará, Harry, sino que me ha fascinado. Es muy distinto.
- ¡Ah!, ¿has hecho ese descubrimiento? -murmuró Lord Henry.
Y pasaron al comedor.

...es muy posible que en casi todos los deleites, como en todo placer, la crueldad también tenga su sitio

...la verdadera naturaleza de los sentidas nunca ha sido comprendida, y que si permanecen salvajes y en estado de animalidad es simplemente porque el mundo ha tratado de someterlos por hambre o matarlos por el dolor, en vez de intentar hacer de ellos elementos de una nueva espiritualidad, cuya característica dominante sería un instinto sutil de la belleza.

los modales son de más importancia que las costumbres y, a juicio suyo, la más acendrada respetabilidad vale mucho menos que el tener un buen cocinero. Al fin y al cabo, es muy pobre consuelo saber que la persona que acaba de darle a uno mal de comer, o un vino mediocre, es de una vida privada irreprochable.

¿Acaso la insinceridad es tan terrible cosa? ¿No sería simplemente un método merced al cual podemos multiplicar nuestra personalidad?

En este país, basta tener entendimiento y distinguirse de algún modo para que todas las lenguas del vulgo se desaten contra uno.

...todo el que se erige en predicador empieza por decir esto, y falta luego enseguida a su palabra.

Se levantan temprano, porque tienen tanto que hacer, y se acuestan temprano, porque tienen tan poco en qué pensar.

-Es verdaderamente monstruosa -dijo al fin- la manera que tiene hoy la gente de conducirse, diciendo, a espaldas de uno, cosas que son absolutamente exactas.

Cuando una mujer se vuelve a casar es porque aborrecía a su primer marido. Cuando un hombre se vuelve a casar es porque adoraba a su primera mujer. Las mujeres prueban su suerte; los hombres arriesgan la suya.

Si las mujeres no les amásemos a ustedes por sus defectos, ¿dónde estarían todos ustedes? No habría hombre que se casase. Serían ustedes una colección de desdichados solteros. Claro que esto no influiría en ustedes gran cosa. Hoy todos los hombres casadas Viven como solteros, y todos los solteros como casados.

Cualquier hombre puede ser feliz con una mujer, mientras no se enamore de ella.

Cada hombre vive su propia vida, y paga su precio por vivirla.
 
Todos los buenos sombreros están hechos con nada.
-Como todas las buenas reputaciones

Lo romántico vive a fuerza de repetirse, y la repetición convierte un apetito en un arte.

En la vida podemos tener, a lo sumo, una sola gran experiencia, y el secreto de la vida consiste en reproducir esta experiencia tan a menudo como sea posible.

En el mundo común de los hechos los malos no eran castigados, ni recompensados los buenos. El éxito se entregaba al fuerte, el fracaso correspondía a los débiles. Esto era todo.

Las pasiones violentas aniquilan o ceden. O matan al hombre, o mueren ellas.

Los dolores superficiales o los amores someros son los que viven. Los grandes amores y los grandes dolores, su propia plenitud los destruye.

El destino no nos envía heraldos. Es demasiado prudente o demasiado cruel para hacerlo.

No es que yo tema la muerte. No; lo que me aterra son sus preliminares.

Una mujer flirteará con quien sea, mientras la estén mirando.
...todo el mundo puede ser bueno en el campo, donde no se encuentra la menor tentación. Esa es la causa de que la gente que habita fuera de las ciudades sea tan absolutamente incivilizada. La civilización no es, ni mucho menos, una cosa fácil de alcanzar. No hay más que dos caminos que lleven al hombre a ella. Uno, la cultura; otro, el vicio. La gente que vive en el campo no encuentra nunca ocasión de seguir ninguno de ellos, y tiene forzosamente que estancarse.

...hoy día, se puede sobrevivir a todo, menos a ella (la muerte)
Claro que la vida conyugal no es más que una costumbre; una mala costumbre. Pero hasta las peores costumbres siente uno perderlas. Sí, acaso sean las que más se echan de menos.

No era lo bastante inteligente para tener enemigos.

El crimen pertenece exclusivamente a las clases inferiores. Cosa que yo no les echo en cara lo más mínimo. Supongo que el crimen es para ellos lo que para nosotros el arte: un método, simplemente, de procurarnos sensaciones extraordinarias.

El alma es una terrible realidad. Puede ser comprada, y vendida, y malbaratada. Puede ser emponzoñada o perfeccionada. En todos nosotros hay un alma. Yo lo sé

- ¿Estás muy seguro de ello, querido Dorian?
-Completamente seguro.
- ¡Ah!, entonces no cabe duda de que es una ilusión. Las cosas de que uno está absolutamente seguro nunca son ciertas. Tal es la fatalidad de la Fe, y la lección de la Novela

La vida no la gobiernan ni la voluntad ni la intención. La vida es una cuestión de nervios, de fibras, de células lentamente construidas, en que el pensamiento se esconde y la pasión tiene sus sueños.

El castigo es una purificación. No "perdónanos nuestros pecados", sino "castíganos por nuestras iniquidades", debería ser la plegaría del hombre a un Dios justo.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Pequeño extracto de El Banquete, de Platón.

El Banquete.
Texto de Platón, que forma parte de los texto "platónicos".(http://es.wikipedia.org/wiki/El_banquete)
Quizá sea un exeso de data, pero a medida que vayan apareciendo los participantes, voy a incorporar la información que encuentre, tanto como para saber de quién se trata. Por casualidad, llegué a este libro. Y me gustó mucho. Es interesante leer los conceptos que se pueden leer ahí, teniendo en cuenta que data del año 380 AC, lo que supone que más o menos, este texto tiene 2392 añitos.
Acá los personajes:
Apolodoro
Agaton
Erixímaco
Fedro
Pausanias
Aristófanes
Sócrates
Alcibíades
Aristodemo
Diotima
No pienso hacer mucho más que copiar y pegar parte del texto. Escribiré algo que se me ocurra, pero no quiero hacer algo más que presentar el texto, cercenado, y tratando de mantener el texto "limpio". Tanto es así, que el modo de escribir, decir, corresponde al libro original. Y como digo, no voy a presentar mucho más allá del texto propio. Se habla mucho de la homosexualidad, nunca como homosexualidad, sino como "amor de varón", "amante", "amigo". A la mujer se la mencionará, pero colocándola en un lugar diferente al hombre. No es nombrada despectivamente, pero en algún momento se le achacan no muy buenas cualidades.
Así empieza:
El ateniense Apolodoro á Sócrates á Fedro , al médico Eriximaco, al poeta cómico Aristófanes y á otros, cuando alcanzó el premio por su primera tragedia. Apolodoro no asistió á la comida, pero supo los pormenores por un tal Aristodemo, uno de los convidados, cuya veracidad está comprobada con el testimonio de Sócrates.
Vamos por partes:
Así es como se origina el banquete: ..."fué cuando Agaton consiguió el premio con su primera tragedia , al dia siguiente en que sacrificó á los dioses en honor de su triunfo, rodeado de sus coristas. — Larga es la fecha, á mi ver; ¿pero quién te ha dicho lo que sabes? ¿es Sócrates?—No, ipor Júpiter 1 le dije; me lo ha dicho el mismo que se lo refirió á Fénix, que es un cierto Aristodemo, del pueblo de Cidatenes; un hombre pequeño. que siempre anda descalzo. Éste se halló presente, y sino me engaño, era entonces uno de los más apasionados de Sócrates. Algunas veces pregunté á éste sobre las particularidades que me habia referido Aristodemo, y vi que concordaban.—"...
Resultó que se juntaron, un día siguiente a una festichola en la que todos quedaron averiados. Entre tanto dicho, acuerdan: ..."No hubo más que una voz; se resolvió de común acuerdo beber por placer y no llevarlo hasta la embriaguez."
Y proponen el tema de conversación, de un modo extenso. Antes, despacha a la "tocadora de flauta" y hace mención a que las mujeres están "allá en el interior": "—Puesto que hemos convenido, dijo Eriximaco, que nadie se exceda, y que cada uno beba lo que le parezca, soy de opinión que se despache desde luego la tocadora de flauta. Que vaya á tocar para sí, y si lo prefiere, para las mujeres allá en el interior. En cuanto á nosotros, si me creéis, entablaremos alguna conversación general, y hasta os propondré el asunto si os parece. Todos aplaudieron el pensamiento, y le invitaron áque entrara en materia. Eriximaco repuso entonces: comenzaré por este verso de la Melanipa de Eurípides: este discurso no es mío sino de Fedro. Porque Fedro me dijo continuamente, con una especie de indignación: ¡Oh Eriximaco! ¿no es cosa extraña, que de tantos poetas que han hecho himnos y cánticos en honor de la mayor parte de los dioses, ninguno haya hecho el elogio del Amor, que sin embargo es un gran dios? Mira lo que hacen los sofistas que son entendidos; componen todos los dias grandes discursos en prosa en alabanza de Hércules y los demás semi-dioses; testigo el famoso Prodico, y esto no es sorprendente. He visto un libro, que tenia por titulo el elogio de la sal, donde el sabio autor exageraba las maravillosas cualidades de la sal y los grandes servicios que presta al hombre. En una palabra, apenas encontrarás cosa que no haya tenido su panegírico. ¿En qué consiste que en medio de este furor de alabanzas universales, nadie hasta ahora ha emprendido el celebrar dignamente al Amor, y que se haya olvidado dios tan grande como éste?. Yo, continuó Eriximaco, apruebo la indignación de Fedro. Quiero pagar mi tributo al Amor, y hacérmele favorable. Me parece, al mismo tiempo, que cuadraría muy bien á una sociedad como la nuestra honrar á este dios. Si esto os place, no hay que
buscar otro asunto para la conversación. Cada uno improvisará lo mejor que pueda un discurso en alabanza del Amor. Correrá la voz de izquierda á derecha. De esta manera Fedro hablará primero, ya porque le toca, y ya porque es el autor de la proposición, que os he formulado
."
EL DISCURSO DE FEDRO:
"El Amor es un gran dios, muy digno de ser honrado por los dioses y por los hombres por mil razones, sobre todo, por su ancianidad; porque es el más anciano de los dioses."...
En su continuación, hablará de los amantes y las ventajas del amor: ... "También es de todos ellos el que hace más bien á los hombres; porque no conozco mayor ventaja para un joven, que tener un amante virtuoso; ni para un amante. que el amar un objeto virtuoso. Nacimiento, honores, riqueza, nada puede como el Amor inspirar al hombre lo que necesita para vivir honradamente; quiero decir, la vergüenza del mal y la emulación del bien. Sin estas dos cosas es imposible que un particular ó un Estado haga nunca nada bello ni grande." Y propone que, lo que más vergüenza da, es enfrentarse al objeto de amor, después de haber atravesado un situación difícil. Hasta se animará a suponer qué podría pasar, si los ejércitos estuviran formados por amantes y amados: "Me atrevo á decir que si un hombre, que ama, hubiese cometido una mala acción ó sufrido un ultraje sin rechazarlo. más vergüenza le causarla presentarse ante la persona que ama, que ante su padre, su pariente, ó ante cualquiera otro. Vemos que lo mismo sucede con el que es amado, porque nunca se presenta tan confundido como cuando su amante le coge en alguna falta. De manera que si, por una especie de encantamiento, un Estado ó un ejército pudieran componerse de amantes y de amados, no habría pueblo que llevase más allá el horror al vicio y la emulación por la virtud. Hombres unidos de este modo, aunque en corto número, podrían en cierta manera vencer al mundo entero ; porque, si hay alguno de quien un amante no querría ser visto en el acto de desertar de las filas ó arrojar las armas, es la persona que ama; y preferirla morir mil veces antes que abandonar á la persona amada viéndola en peligro y sin prestarla socorro ; porque no hay hombre tan cobarde á quien el Amor no inspire el mayor valor y no le haga semejante á un héroe."
Y terminará diciendo: "...Concluyo, pues, que de todos los dioses el Amor es el más antiguo, el más augusto, y el más capaz de hacer al hombre feliz y virtuoso durante su vida y después de su muerte."
EL DISCURSO DE PAUSANIAS
Introduce la idea que existen dos tipos de amor. Va a asociar a Venus con el amor y dirá que hay tantos amores, como Venus: "Yo no apruebo, ¡ohFedro! la proposición de alabar el Amor tal como se ha hecho. Esto seria bueno, si no hubiese más Amor que uno, pero como no es así, hubiera sido mejor decir antes cuál es el que debe alabarse. Es lo que me propongo hacer ver. Por lo pronto diré cuál es el Amor, que merece ser alabado; y después lo alabaré lo más dignamente que me sea posible. Es indudable que no se concibe á Venus sin el Amor, y si no hubiese más que una Venus, no habria más que un Amor; pero como hay dos Venus, necesariamente hay dos Amores". Y seguirá clasificándo las Venus y, en consecuencia, los tipos de amor: "¿Quién duda de que hay dos Venus? La una de más edad , hija del cielo, que no tiene madre, á la que llamaremos la Venus celeste; la otra más joven, hija de Júpiter y de Dione, á la que llamaremos la Venus popular. Se sigue de aquí que de los dos Amores, que son los ministros de estas dos Venus, es preciso llamar al uno celeste y al otro popular. Todos los dioses sin duda son dignos de ser honrados, pero distingamos bien las funciones de estos dos Amores". Y agrega: "...El Amor de la Venus popular es popular también, y sólo inspira acciones bajas; es el amor que reina entre el común de las gentes, que aman sin elección, lo mismo las mujeres que los jóvenes, dando preferencia al cuerpo sobre el alma. Cuanto más irracional es, tanto más os persiguen; porque sólo aspiran al goce, y con tal que lleguen á conseguirlo, les importa muy poco por qué medios." En el párrafo anterior, aparece nuevamente, la mención a las mujeres, como seres en un nivel diferente a los hombres. Y varias veces aparecerán menciones similares.
Luego introduce el motivo del amor y hará toda una disquisición acerca de eso. Habla del "amor masculino" pero nunca lo llama homosexual, y no ocurre en ningún texto a la largo del libro: "Pero no habiendo nacido la Venus celeste de hembra, sino tan sólo de varon, el amor que la acompaña sólo busca los jóvenes. Ligado á una diosa de más edad, y que, por consiguiente, no tiene la sensualidad fogosa de la juventud, los inspirados por este Amor sólo gustan del sexo masculino, naturalmente más fuerte y más inteligente. Hé aquí las señales , mediante las que pueden conocerse los verdaderos servidores de este Amor; no buscan los demasiado jóvenes, sino aquellos cuya inteligencia comienza á desenvolverse, es decir, que ya les apunta el bozo. Pero su objeto no es, en mi opinión , sacar provecho de la imprudencia de un amigo demasiado joven, y seducirle para abandonarle después, y, cantando victoria, dirigirse á otro; sino que se unen á ellos en relación con el propósito de no separarse y pasar toda su vida con la persona que aman". Y se pregunta: "porque ¿quién sabe lo que resultará un dia de tan tierna juventud; qué giro tomarán el cuerpo y el espíritu, y hacia qué punto se dirigirán, si hiácia el vicio ó si hacia la virtud?". Luego agregará que: "Los sabios ya se imponen ellos mismos una ley tan justa; pero seria conveniente hacerla observar rigurosamente por los amantes populares de que hablamos. y prohibirlos esta clase de compromisos, como se les impide, en cuanto es posible, amar las mujeres de condición libre. Estos son los que han deshonrado el amor hasta tal punto, que han hecho decir que era vergonzoso conceder sus favores á un amante". Luego repetirá su concepto de amor honesto / deshonesto: "El Amor, como dije al principio, no es de suyo ni bello ni feo. Es bello, si se observan las reglas de la honestidad; y es feo, si no se tienen en cuenta estas reglas. Es inhonesto conceder sus favores á un hombre vicioso ó por malos motivos. Es honesto, si se conceden por motivos justos á un hombre virtuoso. Llamo hombre vicioso al amante popular que ama el cuerpo más bien que el alma; porque su amor no puede tener duración, puesto que ama una cosa que no dura." Y seguirá diciendo que sólo el amor a lo perdurable, es honesto: "Pero el amante de un alma bella permanece fiel toda la vida, porque lo que ama es durable. Así, pues, la costumbre entre nosotros quiere que uno se mire bien antes de comprometerse; que se entregue á los unos y huya de los otros; ella anima á ligarse á aquellos y huir de éstos, porque discierne y juzga de qué especie es así el que ama como el que es amado." Equipará al amor y a la filosofía y se encargará de hacer notar lo vergonzozo, lo deshonesto: "Es preciso tratar al amor como á la filosofía y á la virtud, y que sus leyes tiendan al mismo fin, si se quiere que sea honesto favorecer á aquel que nos ama; porque si el amante y el amado se aman mutuamente bajo estas condiciones, á saber: que el amante, en reconocimiento de los favores del que ama, esté dispuesto á hacerle todos los servicios que la equidad le permita; y que el amado á su vez, en recompensa del cuidado que su amante hubiere tomado para hacerle sabio y virtuoso, tenga con él todas las consideraciones debidas; si el amante es verdaderamente capaz de dar ciencia y virtud á la persona que ama, y la persona amada tiene un verdadero deseo de adquirir instrucción y sabiduría; si todas estas condiciones se verifican, entonces únicamente es decoroso conceder sus favores al que nos ama." Y luego va a sostener una idea interesante, que me suena a monogamia, pero que me imagino no está ni cerca: "Es bello amar cuando la causa es la virtud. Este amor es el de la Venus celaste; es celeste por si mismo; es útil á los particulares y á los Estados, y digno para todos de ser objeto de principal estudio, puesto que obliga al amante y al amado á vigilarse á sí mismos y á esforzarse en hacerse mutuamente virtuosos."
EL DISCURSO DE ERIXIMACO
Es el médico y presentará la idea de "amigar" a los elementos, acercar las diferencias. Habla de encontrar la armonía entre los opuestos: "Porque, para decirlo en pocas palabras , la medicina es la cjencia del amor corporal con relación á la repleción y evacuación; el médico, que sabe discernir mejor en este punto el amor arreglado del vicioso, debe ser tenido por más hábil; y el que dispone de tal manera de las inclinaciones del cuerpo, que puede mudarlas según sea necesario, introducir el amor donde no existe y hace falta, y quitarlo del punto donde es perjudicial, un médico de esta clase es un excelente práctico; porque es preciso que sepa crear la amistad entre los elementos más enemigos, é inspirarles un amor recíproco. Los elementos más enemigos son los más contrarios, como lo frió y lo caliente, lo seco y lo hiimedo, lo amargo y lo dulce y otros de la misma especie.". Y sigue argumentando: "la armonía no es posible en tanto que lo grave y lo agudo permanecen en oposición; porque la armonía es una consonancia ; la consonancia un acuerdo, y no puede haber acuerdo entre cosas opuestas, mientras permanecen opuestas; y así las cosas opuestas, que no concuerdan, no producen armonía." Concluye su discurso así: "Por lo tanto, es cierto decir, en general, que el Amor es poderoso, y.que so poder es universal; pero que cuando se consagra al bien y se ajusta á la justicia y á la templanza, tanto respecto de nosotros como respecto de los dioses, es cuando manifiesta todo su poder y nos procura una felicidad perfecta, estrechándonos á vivir en paz los unos con los otros, y facilitándonos la benevolencia de los dioses, cuya naturaleza se halla tan por cima de la nuestra."
EL DISCURSO DE ARISTÓFANES
Es el más pintoresco de todos. Creo que es el más impresionante y con menos desperdicio. Acá cuenta la mitología de los Andróginos. Lean tranquilamente... "En otro tiempo la naturaleza humana era muy diferente de lo que es hoy. Primero habia tres clases de hombres: los dos sexos que hoy existen, y uno tercero compuesto de estos dos, el cual ha desaparecido conservándose sólo el nombre. Este animal formaba una especie particular, y se llamaba andrógino, porque reunia el sexo masculino y el femenino; pero ya no existe y su nombre está en descrédito. En segundo lugar, todos los hombres tenian formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías, unidas á un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunia estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción. Marchaban rectos como nosotros, y sin tener necesidad de volverse para tomar el camino que querían. Cuando deseaban caminar ligeros, se apoyaban sucesivamente sobre sus ocho miembros, y avanzaban con rapidez mediante un movimiento circular, como los que hacen la rueda con los piés al aire. La diferencia, que se encuentra entre estas tres especies de hombres, nace de la que hay entre sus principios. El sol produce el sexo masculino, la tierra el femenino, y la luna el compuesto de ambos, que participa de la tierra y del sol. De estos principios recibieron su forma y su manera de moverse, que es esférica. Los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo, y combatir con los dioses, como dice Homero de Efialtes y de Oto (1). Júpiter examinó con los dioses el partido que debía tomarse. El negocio no carecía de dificultad; los dioses no querían anonadar á los hombres. Como en otro tiempo á los jigantes, fulminando contra ellos sus rayos, porque entonces desaparecerían el culto y los sacrificios que los hombres les ofrecían; pero, por otra parte, no podian sufrir semejante insolencia. En fin, después de largas reflexiones, Júpiter se expresó en estos términos: Creo haber encontrado un medio de conservar los hombres y hacerlos más circunspectos, y consiste en disminuir sus fuerzas. Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose en dos piernas sólo, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados á.marchar sobre un solo pié, como los que bailan sobre odres en la fiesta de Caco.". Y después contará lo que ocurrió luego de separados: "Hecha esta división, cada mitad hacia esfuerzos para encontrar la otra mitad de que habia sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unian, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad , con un ardor tal, que abrazadas perecian de hambre é inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra. Cuando la una de las dos mitades pereda, la que sobrevivia buscaba otra, á la que se unia de nuevo, ya fuese la mitad de una mujer entera, lo que ahora llamamos una mujer, ya fuese una mitad de hombre; y de esta manera la raza iba extinguiéndose.". Y como se extinguían: "Júpiter puso los órganos en la parte anterior y de esta manera la concepción se hace mediante la unión del varón y la hembra. Entonces, si se verificaba la unión del hombre v la mujer, el fruto de la misma eran los hijos; y si el varón se unia al varón, la saciedad los separaba bien pronto y los restituía á sus trabajos y demás cuidados de la vida. De aquí procede el amor que tenemos naturalmente los unos á los otros; él nos recuerda nuestra naturaleza primitiva y hace esfuerzos para reunir las dos mitades y para restablecernos en nuestra antigua perfección.". Y quizá acá explique lo que siempre estamos buscando: "Cada uno de nosotros no es más que una mitad de hombre, que ha sido separada de su todo, como se divide una hoja en dos. Estas mitades buscan siempre sus mitades. Los hombres que provienen de la separación de estos seres". Luego, se encarga de clasificar a estos seres separados. En este caso, colocan a las mujeres en el mismo nivel de los adúlteros: "Los hombres que provienen de la separación de estos seres compuestos, que se llaman andróginos, aman las mujeres; y la mayor parte de los adúlteros pertenecen á esta especie, así como también las mujeres que aman á los hombres y violan las leyes del himeneo. Pero á las mujeres, que provienen de la separación de las mujeres primitivas, no llaman la atención los hombres y se inclinan más á las mujeres ; á esta especie pertenecen las trihades. Del mismo modo los hombres, que provienen de la separación de los hombres primitivos, buscan el sexo masculino. Mientras son jóvenes aman á los hombres; se complacen". Acá va a presentar el amor homosexual y, como en muy pocos tramos, habla de cómo alguna gente los critica: "Sin razón se les ecba en cara que viven sin pudor, porque no es la falta de éste lo que les hace obrar así, sino que dotados de alma fuerte, valor varonil y carácter viril, buscan sus semejantes; y lo prueba que con el tiempo son más aptos que los demás para servir al Estado. Hechos hombres á su vez aman los jóvenes, y si se casan y tienen familia, no es porque la naturaleza los incline á ello, sino porque la ley los obliga. Lo que prefieren es pasar la vida los unos con los otros en el celibato. El único objeto de los hombres de este carácter, amen ó sean amados, es reunirse á quienes se les asemeja. Cuando el que ama á los jóvenes ó á cualquier otro llega á encontrar su mitad, la simpatía, la amistad, el amor los une de una manera tan maravillosa, que no quieren en ningún concepto separarse ni por un momento. Estos mismos hombres, que pasan toda la vida juntos, no pueden decir lo que quieren el uno del otro, porque si encuentran tanto gusto en vivir de esta suerte, no es de creer que sea la causa de esto el placer de los sentidos. Evidentemente su alma desea otra cosa, que ella no puede expresar, pero que adivina y da á entender.". Agregará: "Sea lo que quiera, estoy seguro de que todos seremos dichosos, hombres y mujeres, si, gracias al Amor, encontramos cada uno nuestra mitad, y si volvemos á la unidad de nuestra naturaleza primitiva.".
DISCURSO DE AGATON
Empieza planteando que el amor sigue a la belleza y odia a la vejez: "Es el más bello, Fedro, porque, en primer lugar, es el más joven de los dioses, y él mismo prueba esto, puesto que en su camino escapa siempre á la vejez, aunque ésta corre harto ligera, por lo menos más de lo que nosotros desearíamos. El Amor la detesta naturalmente, y se aleja de ella todo lo posible, mientras que acompaña á la juventud y se complace con ella, siguiendo aquella máxima antigua muy verdadei'a: que lo semejante se une siempre á su semejante.". Seguirá hablando de la suavidad del amor, y volverá sobre la idea de la belleza y el amor: "Homero dice que Ate es diosa y delicada. »Sus piés, dice, son delicados, porque no los posa nunca en tierra, sino que marcha sobre la cabeza de los hombres (1).» Creo que queda bastante probada la delicadeza de Ate, diciendo que no se apoya sobre lo que es duro, sino sobre lo que es suave. Me serviré de una prueba analogía para demostrar cuan delicado es el Amor. No marcha sobre la tierra, ni tampoco sobre las cabezas, que por otra parte no presentan un punto de apoyo muy suave, sino que marcha y descansa sobre las cosas más tiernas, porque es en los corazones y en las almas de los dioses y de los hombres donde fija su morada. Pero no en todas las almas, porque se aleja de los corazones duros, y sólo descansa en los corazones delicados. Y como nunca toca con el pié ni con ninguna otra parte de su cuerpo sino en lo más delicado de los seres más delicados, necesariamente ha de ser él de una delicadeza extremada; y es, por consiguiente, el más joven y el más delicado de los dioses. Además es de una esencia sutil; porque no podría extenderse en todas direcciones, ni insinuarse, desapercibido, en todas las almas, ni salir de ellas, si fuese de una sustancia sólida ; y lo que obliga á reconocer en él una esencia sutil-, es la gracia, que, según común opinión, distingue eminentemente al Amor; porque el amor y la fealdad están siempre en guerra.". Va a terminar su discurso con un himno al amor: "El Amor es el que da «paz á los hombres, calma á los mares, silencio á los vientos, lecho y sueño á la inquietud. » Él es el que aproxima á los hombres, y los impide ser extraños los unos á los otros; principio y lazo de toda sociedad, de toda reunión amistosa, preside á las fiestas, á los coros y á los sacrificios. Llena de dulzura y aleja la rudeza; excita la benevolencia é impide el odio. Propicio á los buenos, admirado por los sabios, agradable álos dioses, objeto de emulación para los que no lo conocen avin, tesoro precioso para los que le poseen, padre del lujo, de las delicias, del placer, délos dulces encantos, de los deseos tiernos, de las pasiones; vigila á los buenos y desprecia á los malos. En nuestras penas, en nuestros temores, en nuestros disgustos, en nuestras palabras es nuestro consejero, nuestro sosten, y nuestro salvador. En fin, es la gloria de los dioses y de los hombres, el mejor y más precioso maestro, y todo mortal debe seguirle y repetir en su honor los himnos de que él mismo se sirve, para derramar la dulzura entre los dioses y entre los hombres. A este dios ¡oh Fedro I consagro este discurso que ha sido ya festivo, ya serio, según me lo ha sugerido mi propio ingenio.".
DISCURSO DE SÓCRATES
Se va a encargar de contar su conversación con Diotima. Esta va a proponer posturas intermedias (hasta acá es bello y odia lo feo) y lo quita del lugar de Dios y lo define como demonio [es un diálogo]: "—Es, como dije antes, una cosa intermedia entre lo mortal y lo inmortal. —¿Pero qué es por último? —Un gran demonio, Sócrates; porque todo demonio ocupa un lugar intermedio entre los dioses y los hombres. —¿Cuál es, la dije, la función propia de un demonio? —La de ser intérprete y medianero entre los dioses y los hombres; llevar al cielo las súplicas y los sacrificios de estos últimos, y comunicar á los hombres las órdenes de los dioses y la remuneración de los sacrificios que les han ofrecido. Los demonios llenan el intervalo que separa el cielo de la tierra; son el lazo que une al gran todo. De ellos procede toda la esencia adivinatoria y el arte de los sacerdotes con relación á los sacrificios, á los misterios, á los encantamientos, á las profecías y á la magia. La naturaleza divina como no entra nunca en comunicación directa con el hombre, se vale de los demonios para relacionarse y conversar con los hombres, ya durante la vigilia, ya durante el sueño. El que es sabio en todas estas cosas es demoniaco (1); y el que es hábil en todo lo demás, en las artes y oficios, es vm simple operario. Los demonios son muchos y de muchas clases, y el Amor es uno de ellos.". Acá, resulta más que interesante la ascendencia del amor y, casi al final, es fabulosa el detalle de su herencia: "—¿A qué padres debe su nacimiento? pregunté á Diotima. — Voy á decírtelo, respondió ella, aunque la historia es larga. Cuando el nacimiento de Venus, hubo entre los dioses un gran festín, en el que se encontraba, entre otros, Poros [la Abundancia] hijo de Metis [la Prudencia]. Después de la comida, Penia [Pobreza] se puso á la puerta, para mendigar algunos desperdidos. En este momento, Poros, embriagado con el néctar (porque aún no se hacia uso del vino), salió de la sala, y entró en el jardin de Júpiter, donde el sueño no tardó en cerrar sus cargados ojos. Entonces, Penia, estrechada por su estado de penuria, se propuso tener un hijo de Poros. Fué á acostarse con él, y se hizo madre del Amor. Por esta razón el Amor se hizo el compañero y servidor de Venus, porque fué concebido el mismo dia en que ella nació; además de que el Amor ama naturalmente la belleza y Venus es bella. Y ahora, como hijo de Poros y de Penia, hé aqui cuál fué su herencia. Por una parte es siempre pobre, y lejos de ser bello y delicado, como se cree generalmente, es flaco, desaseado, sin calzado, sin domicilio, sin más .lecho que la tierra, sin tener con qué cubrirse, durmiendo a l a luna, junto á las puertas ó en las calles; en fin, lo mismo que su madre , está siempre peleando con la miseria. Pero, por otra parte, según el natural de su padre, siempre está á la pista de lo que es bello y bueno, es varonil, atrevido, perseverante, cazador hábil; ansioso de saber, siempre maquinando algún artificio, aprendiendo con facilidad, filosofando sin cesar; encantador, mágico, sofista. Por naturaleza no es ni mortal ni inmortal, pero en un mismo
dia aparece floreciente y lleno de vida, mientras está en la abundancia, y después se extingue para volver á revivir, á causa de la naturaleza paterna. Todo lo que adquiere lo disipa sin cesar, de suerte q ue nunca es rico ni pobre. Ocupa un término medio entre la sabiduría y la ignorancia, porque ningún dios filosofa, ni desea hacerse sabio, puesto que la sabiduría es aneja á la naturaleza divina, y en general el que es sabio no filosofa.". Luego va a insistir con el tema de los puntos intermedios: "Lo mismo sucede con los ignorantes; ninguno de ellos filosofa, ni desea hacerse sabio, porque la ignorancia produce precisamente el pésimo efecto de persuadir á los que no son bellos, ni buenos, ni sabios, de que poseen estas cualidades; porque ninguno desea las cosas de que se cree provisto. —Pero, Diotima, ¿quiénes son los que filosofan, si no son ni los sabios, ni los ignorantes ? —Hasta los niños saben, dijo ella, que son los que ocupan un término medio entre los ignorantes y los sabios, y el Amor es de este número. La sabiduría es una de las cosas más bellas del mundo, y como el Amor ama lo que es bello, es preciso concluir que el Amor es amante de la sabiduría, es decir, filósofo; y como tal se halla en un medio entre el sabio y el ignprante. A su nacimiento lo debe, porque es hijo de un padre sabio y rico, y de una madre que no es ni rica ni sabia. Tal es, mi querido Sócrates, la naturaleza de este demonio. En cuanto á la idea que tú te formabas, no es extraño que te haya ocurrido, porque creías, por lo que pude conjeturar en vista de tus palabras, que el Amor es lo que es amado y no lo que ama. Hé aquí, á mi parecer, por qué el Amor te parecía muy bello, porque lo amable es la belleza real, la gracia, la perfección y el soberano bien. Pero lo que ama es de otra naturaleza distinta como acabo de explicar." Y concluirá diciendo qué es lo que el amor busca, desea, ansía: "—Si tal es el amor en general; ¿en qué caso particular la indagación y la prosecución activa de lo bueno toman el nombre de amor? ¿Cuál es? ¿Puedes decírmelo? —No, Diotima, porque si pudiera decirlo, no admiraría tu sabiduría ni vendría cerca de tí para aprender estas verdades. —Voy á decírtelo: es la producción de la belleza, ya mediante el cuerpo, ya mediante el alma. —Vaya un enigma, que reclama un adivino para descifrarle ; yo no le comprendo. —Voy á hablar con más claridad. Todos los hombres, Sócrates, son capaces de engendrar mediante el cuerpo y mediante el alma, y cuando han llegado á cierta edad, su naturaleza exige el producir. En la fealdad üD puede producir, y sí sólo en la belleza; la unión el hombre y de la mujer es una producción, y esta producción es una obra divina, fecundación y generación, á que el ser mortal debe su inmortalidad. Pero estos efectos no pueden realizarse en lo que es discordante. Porque la fealdad no puede concordar con nada de lo que es divino; esto sólo puede hacerlo la belleza. La belleza, respecto á la generación, es semejante al Destino (Dios de la concepción) y á Lucina (Diosa del alumbramiento). Por esta razón, cuando el ser fecundante se aproxima á lo bello, lleno de amor y de alegría, se dilata, engendra, produce. Por el contrario, si se aproxima á lo feo, triste y remiso, se estrecha, se tuerce, se contrae, y no engendra, sino que comunica con dolor su germen fecundo. De aquí, en el ser fecundante y lleno de vigor para producir, esa ardiente prosecución de la belleza que debe libertarle de los dolores del alumbramiento. Porque la belleza, Sócrates, no es, como tú te imaginas, el objeto del amor. —¿Pues cuál es el objeto del amor? —Es la generación y la producción de la belleza. —Sea asi, respondí yo. —No hay que dudar de ello, replicó. — Pero, ¿por qué el objeto del amor es la generación? —Porque es la generación la que perpetúa la familia de los seres animados, y le da la inmortalidad, que consiente la naturaleza mortal. Pues conforme á lo que ya hemos convenido, es necesario unir al deseo de lo bueno el deseo de la inmortalidad, puesto que el amor consiste en aspirar á que lo bueno nos pertenezca siempre. De aquí se sigue que la inmortalidad es igualmente el objeto del amor." Incluso, seguirán contando: "—Después que me habló de esta manera, la dije lleno de admiración: muy bien, muy sabia Diotima, pero ¿pasan las cosas así realmente? —Ella, con un tono de consumado sofista, me dijo : no lo dudes, Sócrates, y si quieres reflexionar ahora sobre la ambición de los hombres, te parecerá su conducta poco conforme con estos principios, si no te fijas en que los hombres están poseídos del deseo de crearse un nombre y de adquirir una gloria inmortal en la posteridad; y que este deseo, más que el amor paterno, es el que les hace despreciar todos los peligros, comprometer su fortuna, resistir todas las fatigas y sacrificar su misma vida. ¿Piensas, en efecto, que Alceste hubiera sufrido la muerte en lugar de Admete, que Aquiles la hubiera buscado por vengar á Patroclo, y que vuestro Codro se hubiera sacrificado por asegurar el reinado de sus hijos, si todos ellos no hubiesen esperado dejar tras sí este inmortal recuerdo de su virtud, que vive aún entre nosotros? De ninguna manera, prosiguió Diotima. Pero por esta inmortalidad de la virtud, por esta noble gloria, no hay nadie que no se lance, yo creo, á conseguirla, con tanto más ardor cuanto más virtuoso sea el que la prosiga, porque todos tienen amor á lo que es inmortal. Los que-son fecundos con relación al cuerpo aman las mujeres, y se inclinan con preferencia á ellas, creyendo asegurar, mediante la procreación de los hijos, la inmortalidad, la perpetuidad de su nombre y la felicidad que se imaginan en el curso de los tiempos. Pero los que son fecundos con relación al espíritu... Aquí Diotima, interrumpiéndose, añadió: porque los hay que son más fecundos de espíritu que de cuerpo para las cosas que al espíritu toca producir. ¿Y qué es lo que toca al espíritu producir? La sabiduría y las demás virtudes que han nacido de los poetas y de todos los artistas dotados del genio de invención.". Después dirá "Ausente ó presente piensa siempre en el objeto que ama, y ambos alimentan en común á los frutos de su unión. De esta manera el lazo y la afección que ligan el uno al atro son mucho más íntimos y mucho más fuertes que los de la familia, porque estos hijos de su inteligencia son más bellos y más inmortales, y no hay nadie que no prefiera tales hijos á cualquiera otra posteridad" Y terminará dando su propia opinión: "Y así digo, que todo hombre debe honrar al Amor. En cuanto á mi, honro todo lo que á él se refiere, le hago objeto de un culto muy particular, le recomiendo á los demás, y en este mismo momento acabo de celebrar, lo mejor que he podido, como constantemente lo estoy haciendo, el poder y la fuerza del Amor."
 
 

sábado, 8 de septiembre de 2012

¡TOINGGGGGG!, ¡TOINGGGGGGG!...

es la onomatopeya que se usa para indicar rebote, salto.
¡TOINGGGGGG!, ¡TOINGGGGGGG!...
Así me rebotan las ideas.
Y van y vienen, se desplazan, saltan... Y hasta casi como que toman vida propia. En ocasiones casi me parezco a un rumiante: la idea salta entre los parietales, la voy rumiando de a poco; vuelve a saltar así, rumiada y...
O ya está lista la decisión, o el ciclo vuelve a empezar.
En fin, mis ideas tienen vida propia. Aparecen, se instalan y se resuelven. Es como casi todo ciclo de la vida: nace, se desarrolla y muere.
Con la mayoría de mis ideas, me llevo bárbaro. Hay algunas que generan unas situaciones... ¿cómo definir ESAS situaciones?... MMMMMMMMMMMMMMMMMM... ¿complicadas?... Sí, algo así. Como en todo, algo, alguna vez, es "diferente".
Mis ideas no escapan a mi generalidad singularizada. Y como provienen de mí, nunca les va a faltar una marca que las identifique conmigo; como si fuera el ADN de una idea.
Ahora bien... los "ideares", los "razonares", los "pensares" no necesariamente están atados a la voluntad. O, por lo menos, no a la voluntad voluntariamente decidida, digo de esa del estilo "bueno, ahora voy a pensar en qué hago para cenar...", en ocasiones sólo irrumpen irreverente, irrespetuosa e intempestivamente (¡JA!, me leí el diccionario) Quizá uno pueda inferir que nada es tan "intempestivo" y que el subconsciente está destejiendo la imbricación hecha como consecuencia de algún hecho, factor  o circunstancia traumatizante, que sólo quedó impresa en los confines del alter ego, y que necesita ser develado para sanar el ego. Eros Vs. Tánatos...
O sea... mis ideas pueden llegar a tener vida propia y aparecer de un modo que me resulta absolutamente sorprendente, aunque en el fondo exista un muy buen motivo para que esto suceda. Lo que DEFINITIVAMENTE no poseo, es la capacidad de ignorarlas. Se me hace casi imposible hacer de cuenta que no llegaron, que no están. No consigo entender cómo alguna gente consigue "pensar en otra cosa". De verdad no es mi caso. Así como puedo cerrar las orejas y responder con "aja", "mmm", "mirá vos" o toda una larga lista de sonidos entendibles o no, no lo puedo hacer con mis ideas. Me falta probar con una BUENA lobotomía, pero se me ocurre que es una medida extrema.
No significa que no me gustan mis pensares. Significa que, a veces, pueden ser muy molestos. Pero cada uno es como es. Claro, que yo sea así, no significa que no esté reviéndolo. Pero... todo lleva su tiempo.
Como sea que sea, carezco de la posiblidad de  ignorar mis ideas. Y carerzco de la posibilidad de controlar cuándo sí y cuándo no deben aparecer. Ni más, ni menos.
Como sea que sea, esto también es parte de ser yo mismo...

viernes, 7 de septiembre de 2012

Mis cumpleaños...

ocurren, como a casi todas las personas, una vez al año.
Mi vez al año, es en septiembre. Quizá sea por eso que me gusta sePtiembre en lugar de setiembre. Ni hablar de seCtiembre que no existe, pero que ya tiene entidad propia. Como la PeCsi.
No sé. La cosa es que una vez al año, concretamente todos los veinticuatro de septiembre, cumplo un año. ¡¡¡Y ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAA!!!
De chico tenía la ansiedad de ser siempre más grande. Los años consiguieron curarme JAJAJJAJAJAJA
La cosa es que cada año me ocupo de decidir qué hacer el día de mi cumple. Porque, fundamentalmente, me agasajo y me regalo (con mucho entusiasmo) por haber estado en este lado de la vida, un año más.
No quiero caer en el comentario de siempre, pero los años los festejamos una vez vencidos. O sea, yo voy a festejar haber vivido mis primeros cuarenta y nueve y, al toque, empezaré a transitar mis cincuenta.
El cambio de década, es otro tema.
Siempre me gustó cumplir años. Y todavía me gusta mucho, mucho, muuuuuuuuuuuuuuuuuucho. Y los años no consiguieron curarme.
Los cambios de década "me suenan" como... ¿muchos? Aunque entre cuarenta y nueve y cincuenta años haya sólo trescienctos sesenta y cinco (como máximo trescientos sesenta y seis) días, parecen muchísimos más los cincuenta. ¡Bah!, a mí me lo parecen, a mí me suenan así y es así como me suenan.
Y no hablo del cambio a la quinta década (porque será una cuestión del año que viene) sino de los cambios de década en general.
Y sobre mis cincuenta, vengo pensando desde que cumplí cuarenta y siete. Ya veremos. Lo cierto es que, en poco más, acabo los cuarenta y nueve.
¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!
Sí, porque cada vez que cumplo años, celebro el ACABAR con esos años y comenzar con unos nuevitos, nuevitos...
Por ahora, esto. Después sigo...
Entiendo que a mucha gente no le guste cumplir años, pero ocurre que es irremediable. El paso del tiempo es irrefrenable, por tanto... Una vez al año, llegará el momento. En todo caso es posible hacer algo para mitigar el avance de la vida, para sentirnos más activos, más ágiles... Pero vivir se paga viviendo día a día. Del mismo modo, es como vamos ganando experiencia.
Tengo arrugas, marcas de expresión y estrías. De las que quieras, tengo. De lo que voy dejando de tener es pelo y dientes naturales; porque propios son todos, aun los comprados. Y como el encremamiento no forma parte de mi habitualidad, no es una práctica que tenga incorporada. Ni siquiera es una cuestión que me genere "algo" tener. No se me ocurre bótox, metacrilato, terapia ortomolecular, células madre, cirugías... ¡QUÉ SÉ YO! Hay cuestiones que no se ocurren ni por casualidad, no las veo, ni siquiera, como una posibilidad remota. Al menos, no por ahora. Y como no vivo en un frasco de mayonesa, conozco que todo eso existe.
En particular, ni "El retrato de Dorian Gray" (http://es.wikipedia.org/wiki/El_retrato_de_Dorian_Gray) o  "El curioso caso de Benjamin Button" (http://es.wikipedia.org/wiki/El_curioso_caso_de_Benjamin_Button) me resultan una alternativa, por lo tanto, hay prácticas que no me imagino en mí. Y en todo caso, me pregunto ¿qué se supondrá que se retrasa?
Como siempre, todo es opinable. 
Lo que no resulta opinable, son los años que llevo viviendo. O haciendo lo que puedo.
¡SALUD POR TODO!