En otras redes sociales...

En Facebook me encontrás en: http://facebook.com/fagabrielli
En Twitter, me encontrás en: https://twitter.com/Fagab
Y mis experimentos culinarios, los muestro en: https://cocinateando.blogspot.com.ar

jueves, 24 de julio de 2014

Y de repente...


Resulta que estaba escribiendo sobre el ser “ciudadano” (tema que todavía no terminé, pero que terminaré), cuando un hecho cambió mi tema.
Conversaba sobre mi estado amoroso por WhatsApp (no lo usé porque todavía no lo encontré, pero creo que ya está aceptado por la Real Academia Española el término wasapear, como acción y efecto de enviar mensajes mediante el programa WhatsApp) con un amigo y le dije: “…No sé. Pero todo termina muriéndose. Lo que no consigue desarrollarse, se atrofia. No hay otra”... “ Sí, todo tiene un porqué, pero todo tiene un precio. Nada es gratuito…
Y resultó ser que, al final, por un rato cambié el tema de disquisición. Y por ahora voy a escribir sobre lo que se crece o no.
Después de algún tiempo y dejando de lado la poesía, las esperanzas,  los pensamientos fantásticos, las películas de Walt Disney, las canciones de amor y todo posible endulzamiento de oreja; el escepticismo me ganó y terminé aceptando que:
1) El amor de pareja es un hermoso sentimiento que lo cambia todo.
2)  El amor de pareja NO ES NATURAL, no está presente en NADA MÁS QUE LA CONSTRUCCIÓN CULTURAL DEL HOMBRE.
3)  Con o sin amor de una pareja, una persona vive igual; lo que no se tolera y puede llegar a matar es la falta de afecto.
4) El amor es una construcción que justifica vaya uno a saber qué.
5) DETESTO a lo que se redujo mi vida sin amor de pareja, pero me la tengo que fumar (aunque no fumo desde el 14/06/2011)
6) Nada reemplaza el amor de pareja, uno lo maneja de algún modo, pero nada lo reemplaza.
7) Ya lo dijo La Bersuit en su canción “Coger no es amor”: “Esta noche cargada, / Con bolas de fraile salgo a cazar. / Mucha grasa de chancho / Corre en mis venas, / Energia bestial. / A pesar de que quieras / Lavar tu perfume original, / Tengo olfato sensible, / A la fragancia vaginal. / Te descubriré... / Te encontraré... / Te seduciré... / Te empotraré... Mis redes perfectas, / invisibles te van a atrapar, /  Y un tejido de baba, / Crosta ácida, te encapullará. / Palabras anzuelo / atraerán tu parecer, / Lo más grosero para esta noche / es no poder coger.  / Te irritaré... / Te socavaré... / Te babosearé... / Te atormentaré... / Y no tengo la culpa de / Que todavía pienses que el amor / Lleva trámites absurdos / de frívola seducción. / El romanticismo / es la misma flor con la que te velarán. / ¿Querés que siga hablando? / O... sacate la ropa ¡ya! /Que te oleré... / Te chuparé... / Te lameré... / Y te comeré... / Y el rebaño de gente / Que todavía piensa como vos / No merece la más mínima consideración. / Y no tengo asco a lamer / Tu repugnante moral, / Nadie hasta ahora estuvo tan cerca... / de hacerte el amor. / Coger no es amor... ¡es mucho mejor! / Coger no es amor... ¡es mucho mejor! / Coger no es amor... ¡es mucho mejor! / Coger no es amor... ¡es mucho mejor! / Mucho mejor, mucho mejor... / Mucho mejor, pero... ¡mucho mejor! / Mucho mejor, / Mucho mejor, / Mucho mejor, /Coger es... ¡Mucho mejor!” Fuente: http://www.musica.com/letras.asp?letra=881748

La cosa es que, a fuerza de aciertos, desaciertos, felicidades y decepciones, mi temperamento se vio afectado, reflejando un cambio. Puesto a ver un poco las cuestiones, lo primero que se me cruzó fue que “el amor de pareja no es natural”, se trata de una construcción cultural que lleva tiempo y que justifica la unión de dos personas. No pienso hacer comparaciones con otros mamíferos del reino animal, porque no me parece que justifiquen.
La cultura nos influencia desde hace tanto tiempo y de un modo tal, que tendemos a “naturalizar” cuestiones que son fundamentalmente culturales.
Siendo una construcción cultural, si el amor de pareja no se practica, se olvida. Quizá sea como “andar en bicicleta”, que uno puede olvidar pero después del décimo pedaleo, vuelve a la práctica. Pero si se olvidara, ¿por qué tantos nos quejamos de los desamores? Porque la cultura no te deja olvidar que estás sin amor de pareja. En la mayoría de circunstancias de la vida aparece algún recordatorio de eso que no tenés. Sabés que existe, pero olvidás cómo llegar a volver a tenerlo. Quizá ese “olvidar” lleve a elegir entre: 1) más vale algo, que nada; 2) resignarse a que ya nunca será; 3) buscar sin hacer concesiones; 4) más opciones que no se me ocurren.
Básicamente el amor de pareja es la elección cotidiana de continuar con ese alguien que, por muchas consideraciones propias, es con quien deseo continuar. Y es a mi entender que esas consideraciones cotidianas conforman lo que llamo amor de pareja. O lo que la gente denomina amor.
El sentimiento de amor de pareja lo cambia todo. Sin dudas que es así. Uno deja de pensar en singular y empieza a pensar en dos; de a ratos uno se olvida que se trata de dos y quiere rectificar para volver a pensar en dos. Porque ese otro, ese que hace que sienta ese sentimiento creado por la cultura que se llama amor de pareja, es un alguien que deseamos incluir, tener con nosotros, al que queremos halagar y agradar; que se sienta que nos importa y que sintamos que somos importante para aquel alguien. Cualquier cosa que sea, se sostiene por dos voluntades de estar y permanecer. Una vida singular, se convierte a una vida NO singular. Para andar de a dos es necesario un alguien incluido y con deseos de estar incluido. Así es que el sentimiento de amor de pareja lo cambia todo; hay que empezar a pensar teniendo en cuenta a un otro que desea ser tenido en cuenta.
Nadie se muere por falta de amor de pareja. La situación se sobrellevará de distintos modos según quien sea, pero nadie muere. Como todo lo que falta, de algún modo, termina supliéndose; incluso con la insistente queja respecto de la falta. Y si no está, si no es, no hay forma. En todo caso habrá algún “paleativo”, si es que tal cosa existe. Alguna vez me dijeron: “la frustración encuentra satisfacciones alternativas”, supongo que la insatisfacción podría llegar a ser una de esas satisfacciones alternativas.
Yo decía que “…No sé. Pero todo termina muriéndose. Lo que no consigue desarrollarse, se atrofia. No hay otra”... “ Sí, todo tiene un porqué, pero todo tiene un precio. Nada es gratuito…
Y es que todo tiene un costo; siempre hay un precio que pagamos por las decisiones / elecciones que tomamos. Ya sea que nos conformemos con lo que sea que nos conformemos, ya sea que sigamos adelante haciendo lo que podamos por aquello que creemos que nos merecemos; ya sea lo que sea; el precio que pagaremos no será poco. Y es que sencillamente es así. Por todo lo que decidimos hacer o no; por cada decisión; por cada elección; siempre, siempre habrá un costo. Que nos guste más o menos, creo, tendrá que ver con que obtengamos, o no, lo que deseábamos. Pero siempre hay un algo que pagar.
Todo termina muriéndose: Es la ley de la vida, nacer, crecer, desarrollarse y morir.
Lo que no se desarrolla, se atrofia: porque aquello que no puede seguir su curso habitual, se adaptará a uno nuevo, que no es el que debería, el que tendría que tener.
Todo tiene un precio, nada es gratuito: básicamente todo es así, obtengo algo pero dejo de obtener otro algo. Eso que dejo de obtener puedo o no conocerlo. Pero siempre algo dejaré de tener.

Como sea: “…No sé. Pero todo termina muriéndose. Lo que no consigue desarrollarse, se atrofia. No hay otra”... “ Sí, todo tiene un porqué, pero todo tiene un precio. Nada es gratuito…

No hay comentarios.: